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Jóvenes narran en podcast por una segunda oportunidad

Cuatro menores de un Centro de Responsabilidad Penal Adolescente, aprendieron a contras historias a través de esta herramienta.

Por: Fausto García Calderón

Radio Nacional de Colombia visitó el Centro de Formación Juvenil el Buen Pastor de Cali para realizar un taller de podcast con cuatro jóvenes internos, quienes en un proceso de reeducación han logrado desarrollar cualidades, fortalezas y capacidades para tener una segunda oportunidad.

Este centro de formación especializada, CAE, hace parte de los 33 que están en el país y es operado por la ONG Crecer en Familia. Entre 370 y 380 jóvenes se encuentran internos por haber tenido algún conflicto con la ley.

La radio pública llegó por invitación de la Fundación Colombianitos, que realiza algunos talleres y actividades en el CAE y, junto a los jóvenes, crean espacios para el diálogo y la fantasía en medio de la monotonía que sienten por la convivencia diaria.

Nataly Paz y Sebastián Giraldo, talleristas de la fundación, se ingenian lugares imaginarios para que los muchachos creen historias, edifiquen sus sueños y sientan que lo que se imaginan dentro del centro pueda hacerse realidad al salir de él.

Así, los jóvenes vienen realizando productos radiales en la emisora que crearon para ellos dentro del plantel, un espacio dotado con los equipos necesarios para construir historias sonoras, y para ofrecerles la seguridad y tranquilidad de hablar y ser escuchados.

En la parte del fondo del centro, pasando por los pasillos, de extremo a extremo, se llega a la cabina de radio, un salón algo apartado, con una mesa central hecha en concreto y sobre ella, un computador y cinco micrófonos; la mayoría de sus paredes blancas, el techo azul y en la pared más grande el nombre de la emisora: ‘Transmitiendo desde la luna’.

Con el orden y la precisión que se requiere en cada una de las actividades, los jóvenes fueron llegando, uno tras otro ingresó buscando su lugar para dar inicio al taller que Radio Nacional de Colombia llevaba a Cali.

La conversación algo ansiosa inició con un corto saludo para conocer a cada uno de los jóvenes que recibirían el taller. Napoleón, Sterlin, Yuri y Rosvelt tomaron asiento y junto a los tutores, Sebastián Giraldo y Nataly Paz, el taller de podcast comenzó.

Uno a uno compartió los proyectos en los que invierten su tiempo, trabajos de marroquinería, tejido y serigrafía, entre otros; y muy atentos, pero no alejados de los ruidos que se escuchan frecuentemente en los pasillos -voces, pasos sobre el metal del techo, el chillido de las rejas- escuchaban nuestra introducción a lo que es un podcast.

Se hizo un acercamiento a las ventajas que tiene este formato de radio, que si bien no es tradicional es una gran opción a la hora de contar historias.

“Si logramos hacer un podcast en el centro de formación, podemos contar nuestras experiencias y compartir nuestros sueños”, expresó Rosvelt, el más alto de todos y muy receptivo a las primeras palabras que daban introducción al taller.

Durante el día, en diferentes conversaciones, Rosvelt comparte algunos pensamientos y momentos que ha coleccionado allí. Siente que ha logrado acercarse a la posibilidad de emprender cosas distintas a las que llegó a hacer antes de ingresar al CAE. “No hay que desistir de los sueños. Todo se puede con disciplina”, afirmó sin titubear.

Arturo Sánchez es coordinador académico y vocacional del centro, una de las personas que más comparte con los muchachos, para él, cada actividad que se logre realizar con ellos es una oportunidad de vida donde existen muchos caminos esperanzadores dentro el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente.

Los horarios que maneja el Centro de Formación en las actividades con los jóvenes son estrictos y disciplinados por el cronograma del día a día. En ese sentido, el taller de podcast estaba muy preciso en los ejercicios, era de una única jornada que debía finalizar a las 4:30 pm.

Hubo tiempo para dar una introducción al podcast, compartir elementos para construir diversas historias y herramientas básicas. Los cuatro jóvenes estaban de acuerdo en que el contenido sonoro que producirían tendría como objetivo dejar un mensaje de reflexión a la sociedad, una conclusión de aceptación, diálogo ante cualquier dificultad o mal entendido, y un trasfondo de segundas o incluso primeras oportunidades.

A lo mejor, como lo dicen Nataly Paz y Sebastián Giraldo, “la radio para los jóvenes del centro de formación es el lugar donde pueden sentirse libres para hablar, para compartir sus sueños sin ser juzgados”.

Mientras transcurría el tiempo y la jornada avanzaba, Yuri, Rosvelt, Napoleón y Sterlin iban sintiendo más curiosidad por la radio y los podcast, compartieron y experimentaron la narración de un partido de fútbol (que recrearon en su imaginación), hicieron ejercicios de respiración, manejo de la voz, locución comercial y aprendieron sobre la importancia de tener claridad con el mensaje que se desea comunicar, teniendo siempre una sonrisa dibujada en sus rostros.

Después de todas estas herramientas, ejercicios y experiencias nuevas para ellos, finalizando la tarde y llegando al desenlace del taller de podcast, los cuatro jóvenes que estuvieron dispuestos y comprometidos desde la mañana se sentaron en la mesa de radio, cada uno se ubicó en un micrófono, siendo Rosvelt el conductor de una conversación sobre una tema que ellos mismos eligieron: el abandono familiar.

Rosvelt dirigió la charla y fue integrando poco a poco a Sterlin, Napoleón y Yuri con algunas pautas que les compartían mientras conversaban. Desarrolló el inicio, el contexto y las conclusiones de este podcast, y aunque el tema escogido pudiera parecer complejo, ellos lo convirtieron en una oportunidad de reflexión.

Entre tanto, Yuri y Napoleón exteriorizaron que, independientemente de los motivos y la situación por la que están en el centro, este se convierte en un espacio donde les apoyan para ser mejores personas. “Sentimos que nos dan herramientas para cumplir nuestros sueños”, porque como dijo Yuri: “No es malo soñar, lo malo es no hacerlo realidad”.

Al acercarse de finalización, Rosvelt pidió cierres y algunos mensajes para quienes tuvieran la oportunidad de escuchar el podcast que nació y se construyó por ellos, desde sus intereses, de esa creatividad que mantienen viva y de esos sueños e ilusiones que siguen fortaleciendo.

Finaliza la grabación, lo primero que preguntaron fue cuánto duraron, se rieron, dejaron ver la ansiedad que tenían pero que controlaron durante el proceso, el paso del tiempo fue imperceptible entre una cosa y la otra. Pasaron aproximadamente 23 minutos desde el “arranquen, ya estamos grabando”.

A los cuatro les sorprendió que hubieran logrado mantener una conversación fluida de tanto tiempo en el primer podcast que grababan en sus vidas, y más cuando en la mañana no tenían ni idea de lo que era, recordando entre risas y algo de pena las primeras veces que dijeron la palabra “podcast” y no les resultaba fácil ni su pronunciación.

Se pararon de sus sillas y Sebastián y Nataly los aplaudieron y felicitaron sin ocultar su orgullo, una vez más les dijeron que ese fue otro ejemplo para que tuvieran presente que los sueños no tienen límites, que todo lo que se propongan pueden hacerlo con trabajo, dedicación y confianza.

Antes de irse a sus “casas” dentro del centro, los lugares donde pasan los días cuando no están en actividades y sus noches, se despiden con una sonrisa alegre, un fuerte apretón de manos y un abrazo de confianza.

“Gracias a la Radio Nacional por llegar hasta acá, por creer en nosotros, por escucharnos y por darnos la oportunidad de hacer nuestro podcast”, manifestaron Rosvelt, Napoleón, Yuri y Sterlin.

Al final todos aprendimos juntos que con los podcast y la radio no tradicional, también se devuelven esperanzas y se construyen caminos hacia la satisfacción de poder compartir historias. ¡Gracias muchachos!

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