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En Cesar, emprendedores hacen turismo de naturaleza y esperanza

En el departamento hay varias iniciativas en los ecosistemas entre la Ciénaga de Zapatosa y la Serranía del Perijá.

Por: Humberto Carrillo Mindiola

Jóvenes emprendedores en Cesar desarrollan un proyecto de turismo de naturaleza y experiencias, que comprende el ecosistema entre la Ciénaga de Zapatosa y la Serranía del Perijá.

La Ciénaga de Zapatosa, ubicada entre los municipios de Chimichagua, Curumaní, Tamalameque (Cesar) y El Banco (Magdalena), en zona conocida como la Depresión Momposina, es el principal eje de la economía piscícola de las poblaciones circunvecinas.

Este espejo de agua ocupa un área de 40.000 hectáreas y colinda con otras zonas ecológicas como la Serranía del Perijá, el valle del río Cesar y el valle del río Magdalena.

Es un mar interno de agua dulce, el más grande de Colombia, que alimenta los cauces de varios ríos y resguarda el equilibrio ecológico de la región. Además, sirve de colchón a los ríos Cesar y Magdalena y evita inundaciones.

El otro ecosistema que hace parte del proyecto turístico es la Serranía del Perijá, con su variedad de bosques seco tropical, húmedo subtropical, muy húmedo montano bajo y pluvial montano.

Es nacimiento de los ríos Marquesote, Urumita, Villanueva, Los Quemaos, El Molino, Cañaverales, Capuchino, Carraipía, Chiriaimo y Manaure, que nutren arroyos y quebradas, los cuales finalmente drenan hacia la cuenca del río Cesar al oeste colombiano y la cuenca del Catatumbo y Zulia al este venezolano.

Este macroproyecto es coordinado por Sander Sepúlveda, subgerente técnico de la Agencia de Desarrollo Económico Local, quien recuerda que en el aspecto humano y cultural, en la zona convergen eventos populares como los festivales de la Cumbia de El Banco, Magdalena, y de Tamboras en Tamalameque, Cesar.

“Si uno mira esa potencialidad que tiene la Ciénaga de Zapatosa en su contexto ambiental y cultural, y lo que hay arriba en la Serranía del Perijá, se genera un importante contraste; a los turistas les parecerá más interesante poder tener en un mismo territorio un espejo de agua de esa dimensión, un clima promedio de 29 grados, y poder subir a alturas de 1.800 metros sobre el nivel del mar y encontrar una diversidad ecológica distinta, lo que hace que el territorio sea más apetecido pero con un turismo que busca ser responsable y sostenible”, asegura Sepúlveda.

Este emprendimiento incluye un acuario con las principales especies como el manatí, y también un parque temático. Cuenta con el apoyo del Programa de Desarrollo y Paz del grupo minero Prodeco y de las comunidades de los municipios Agustín Codazzi, Becerril y La Jagua de Ibirico.

De esta iniciativa hacen parte tres operadores legales que ya cuentan con registro nacional de turismo. La primera es ‘Visa Usa’ en el corregimiento de Estados Unidos, jurisdicción del municipio de Becerril.

Luis Eduardo Barreto, coordinador, asegura que su propósito es hacer turismo rural comunitario: “Es una apuesta más de valor en este territorio de paz y exuberancia que por fin tiene una oportunidad de ofertarlo al mundo”.

Su oferta inicial incluye paseos por ríos, cascadas, avistamiento de aves, oso andino, águila real, el proceso del café, la cueva del indio para espeleología y deportes extremos. Tienen la llamada ‘Ruta de la Resiliencia’, un recorrido por Pueblo Viejo, la Selva Bruja (donde supuestamente salen espantos), el barrio Rincón Guapo, la casa finca y estadero Miami.

La segunda iniciativa es ‘VictoriAventura’ en el municipio de La Jagua de Ibirico. “Nuestro trabajo es revelar todo el atractivo turístico que tenemos; estamos ubicados estratégicamente en el centro del Cesar, en el corredor minero y tenemos un gran potencial en turismo de naturaleza”, afirma el impulsor del lugar, Maher Lemus.

Ellos ofrecen a los turistas paisajes encantadores en las veredas La Victoria de San Isidro, donde hay paredes de roca natural para practicar rappel; en la vereda Las Mercedes hay cavernas para espeleología, cultivos de café; el circuito de cascadas en la vereda Alto de las Flores, avistamiento de aves y turismo vivencial.

El tercer emprendimiento es ‘Agrotur Perijá’ en La Jagua de Ibirico, vereda La Victoria de San Isidro. “Lo que hacemos es mostrar el potencial agrícola de la región y rescatar la cultura y la historia de nuestro municipio”, dice su coordinador Andrés Ramos.

Estos jóvenes crearon el ‘Tour de la Esperanza’ que incluye una muestra del trabajo de los artesanos del carbón, visitas a las unidades productivas en la serranía, recorridos por los procesos de reciclaje, un mirador, cascadas y el Parque del Café en homenaje a los caficultores.

“Todas estas iniciativas se encuentran en la primera fase del diseño de senderos ecológicos multipropósitos, porque lo que se busca es un turismo que no sea depredador sino que contribuya al salvamento de especies en peligro de extinción”, afirma Sander Sepúlveda, subgerente técnico de la Agencia de Desarrollo Económico Local.

Para estos jóvenes emprendedores, lo que viene ahora es desplegar acciones para la promoción y el mercadeo territorial y la búsqueda de recursos para financiar el mejoramiento de las infraestructuras al interior de los corregimientos.

Por eso, hacen un llamado a las entidades estatales como las alcaldías y la Gobernación del Cesar para que aporten recursos de regalías y contribuyan a los sueños de la gente que anhela una mejor calidad de vida.



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