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La nueva promesa de la gimnasia artística a la que entrena Jossimar Calvo

Ángel Gabriel Barajas tiene 13 años y ya le ha dado varios títulos a Norte de Santander.

Por: Alejandro Pesca Bedoya

Uno de los deportes destacados en la delegación de Norte de Santander es la gimnasia artística. Gracias a los procesos adelantados desde Cúcuta en los últimos años, este departamento se ha convertido en un polo para el desarrollo de la disciplina en el país. Los múltiples triunfos de Jossimar Calvo a nivel internacional han derivado en inversiones que permiten dar continuidad a su masificación entre niños, niñas y adolescentes.

Fruto de estos esfuerzos, la delegación nortesantandereana presentó en competencia a uno de los atletas más jóvenes en la historia de los Juegos Nacionales: Ángel Gabriel Barajas. Con solo 13 años de edad y 1.42 de estatura, ya ostenta cuatro títulos suramericanos de gimnasia, proyectándose como una de las futuras figuras en la escena internacional de la gimnasia.

Al frente de su proceso de formación está el entrenador Jairo Ruiz, forjador de emblemas deportivos como Jossimar Calvo, quien a su vez ejerce por estos días el rol de asistente técnico y delegado de los rojinegros, debido a la lesión del labrum, una articulación que estabiliza la cadera, que lo obligó a ausentarse de las competencias.

“La recuperación excelente, muy contento porque ya he podido avanzar bastante. Estoy muy motivado, no estoy al 100%, no es lo que espero en estos momentos, pero me siento contento porque ya puedo montar en los aparatos y puedo hacer cosas. Poco a poco me puedo ir esforzando, me siento muy tranquilo, me siento en paz”, afirmó el múltiple campeón panamericano.

A los cuatro años de edad, Ángel comenzó a dar sus primeros pasos en la gimnasia y desde entonces ha cosechado triunfos que le permiten competir con adversarios que lo superan en edad, pero no necesariamente en talento. En la prueba individual masculina se ubicó en la cuarta casilla, por delante de gimnastas con mayor experiencia. Un campanazo que advierte su potencial de cara a futuras competencias.

En concepto de Calvo, “es un niño pequeño de estatura pero grande en espíritu. Un niño al que se le ven las ganas, que es trabajador y que entrena más que todos”. Él lo acompaña en todo momento, lo prepara, le da enfoque a sus ejecuciones, avizorando lo que será Ángel para el futuro de la gimnasia colombiana.

“Ha hecho un gran trabajo, ha dejado huella, ha hecho historia, es un niño que con 13 años asusta a más de uno. En cuatro años las cosas van a ser diferentes”, expresó Jossimar Calvo.

Mientras llega el visto bueno del equipo médico, Jossimar es el compañero de todos en la delegación, calibra los aparatos, se hace cargo de la hidratación, ejerce como ayudante con las maletas y todo lo que sea necesario para empoderar -en sus propias palabras- a quienes hoy representan los colores de Norte de Santander.

“La verdad, para ser sincero, al no poder competir me iba a quedar en casa viendo a mis compañeros por la televisión. Después mi entrenador me preguntó que si iba a venir y pues al contar con ese permiso creí que solo estaría como espectador, pero de un día para otro me hicieron parte de la Selección de mi departamento, eso me hizo sentir muy orgulloso, muy contento”, manifestó.

Y agregó: “Vine a aportar, vine a apoyar, lo que me toque hacer en esta competencia lo hago, si me toca cargarle la maleta a los muchachos lo hago con mucho gusto, con mucho honor”. Y es que competir en una de las disciplinas más exigentes del programa de los Juegos Olímpicos requiere de una preparación rigurosa y planificada. Atrás quedan fines de semana y planes cotidianos en la vida de una adolescente, Jossimar lo sabe, lo ha vivido en carne propia. Por eso acompaña a Ángel de forma permanente.

“Más que arreglar los aparatos para que el niño pudiera competir, la idea era brindarle seguridad, que el niño se sintiera empoderado para que no se achicopalara frente a sus rivales de mayor edad. A sus 13 años son sus primeros Juegos Nacionales. Mi trabajo era que el niño tomara mucha fuerza para hacer las cosas bien y dar lo mejor”, dijo Calvo.

En la tercera jornada de competencias llegaría la revancha y con ella la primera medalla de oro para Norte de Santander en esta edición de los Juegos Nacionales. Llegó en la prueba de barras paralelas, con un puntaje de 13.075 y con el nombre de un deportista que con 13 años de edad, literalmente, vuela sobre los aparatos de gimnasia artística.

El entrenador Jairo Ruiz sabe que tiene en sus manos a un diamante en bruto, es una historia similar a la de Jossimar, que parece repetirse cada cierto tiempo en Norte de Santander y que ya entrega resultados prometedores en competencia. De allí la importancia de acompañar el proceso de Ángel Barajas.

“Se cómo es la movida, conozco el estrés que se maneja en una competencia, la presión, todo lo que puede incluir y en sí lo que se puede hacer en este tipo de eventos, es disfrutar”, dijo el entrenador Ruiz.

La llegada de Jossimar al equipo no pudo presentarse en un momento más oportuno y no podía darse con mayores muestra de humildad y generosidad por parte de uno de los deportistas más queridos por los colombianos.

“Estoy haciendo de todito, hago parte como delegado, hago parte como asistente, estoy pendiente de los muchachos, lo que ellos necesiten, todo el tema de hidratación, ser un apoyo en competencia y entrenamientos”, contó Calvo, quien continúa en proceso de recuperación.

Un apasionado por el deporte que es ejemplo de entrega y carisma en cualquier rol que desempeñe. Recientemente se estrenó como papá y su instinto protector está en furor. Así es Jossimar Calvo, en modo entrenador.

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