Helena Benítez, la primera alcaldesa en la historia de Colombia

Por: Juliana Villanueva Bedoya

Como una de las mujeres más importantes de su historia recuerdan en Riosucio a Helena Benítez de Zapata: fue religiosa, educadora, periodista y compositora. Además, este municipio se convirtió en la primera población colombiana en ser gobernada por una mujer, quien además promovió en el departamento de Caldas el reconocimiento de derechos fundamentales a la mujer.

Helena Benítez nació en 1916 en Riosucio, municipio situado al occidente de Caldas. En 1932 se hizo hermana vicentina, donde fue llamada sor Blanca. A los tres años se retiró para dedicarse al magisterio.

Luego de graduarse como una de las primeras bachilleres normalistas de Colombia, comenzó a ejercer en Ansermanuevo, Valle del Cauca. Allá se casó con Jorge López Santacoloma, con quien tuvo cuatro hijos. Se radicaron en Manizales, donde siguió enseñando.

En 1948 comenzó a escribir en el diario La Patria, y en Radio Manizales hizo el programa Educación. Se convirtió así en la primera mujer periodista profesional de Caldas. En 1955 era secretaria de la Secretaría de Educación, pero el gobernador coronel Gustavo Sierra Ochoa la nombró alcaldesa de Riosucio, en tiempos de aguda violencia partidista. Se convirtió en la primera mujer en ocupar esa posición en el país. Tenía 39 años de edad.

“Hoy en día, su nombramiento hubiera sido un acontecimiento mediático, pero en los años 1950 no pasó de ser una sorpresa para los riosuceños”, afirmó Álvaro Gärtner, miembro de la Academia Caldense de Historia.

¿Fue legítimo su nombramiento?

Los historiadores no logran ponerse de acuerdo en la legitimidad de su designación. Unos dicen que su nombramiento no fue legítimo porque fue bajo la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla, otros dicen que desde la objetividad ella sí fue la primera alcaldesa de la historia colombiana.

“Ella fue una mujer muy reconocida, prima de Otto Morales Benítez, él seguramente influyó en su nombramiento como alcaldesa. Para muchos en esa designación puede haber un conflicto de legitimidad porque los cargos que se den durante una dictadura generan dudas”, explicó Francisco Javier González, miembro de la Academia Caldense de Historia.

Y es que la elección popular de gobernadores y alcaldes no se dio sino hasta 1988. Antes, el presidente nombraba a los gobernadores y a su vez, los primeros mandatarios de los departamentos nombraban a los alcaldes.

“Es una elección legítima porque está enmarcada en la Constitución de 1886. Puede que haya otro adjetivo para definirla, pero no debe haber duda sobre la legitimidad de su nombramiento ya que estaba enmarcado en la Constitución vigente en aquél entonces”, indicó Carmen Cecilia Pérez, magíster en Ciencias Políticas y autora del libro ‘Elecciones en Colombia 1990 -2018’.

Su lucha por el voto femenino

Su faceta como defensora de los derechos de la mujer se vio más desde el periodismo que desde su cargo como alcaldesa de Riosucio. Helena se sumó a Esmeralda Arboleda, Josefina Valencia de Hubach, María Teresa Arizabaleta, Ofelia Uribe y Alegría Fonseca en la defensa de los derechos de la mujer y del voto femenino, siendo su vocera en Caldas.

“En ese entonces las mujeres solo tenían derecho administrar sus propios bienes. Mujeres como Helena Benítez lucharon y hablaron fuerte para que se ampliaran esos derechos y lo lograron. Las mujeres salieron gracias a ellas a cedularse en masa y a votar”, recordó Álvaro Gärtner.

Después de su lucha, las mujeres pudieron votar oficialmente el 1 de diciembre de 1957, durante el plebiscito que consultaba el nacimiento del Frente Nacional. Y hoy, luego de 62 años, son más de 24 millones de mujeres las que pueden ejercer el derecho al voto gracias a personas como Helena Benítez.

“Ellas marcaron una nueva época de la política en Colombia y fueron protagonistas de ese momento de la historia de nuestro país. Tenían un sentimiento muy grande de querer cambiar nuestra nación y lograron hacerlo mediante el voto femenino”, resaltó Carmen Lucía Pérez.

Periodista, compositora y líder

Helena Benítez se casó en segundas nupcias con José Zapata, con quien tuvo una hija. En 1958 fueron a vivir en Cali, donde se vinculó con La Voz de Cali, La Voz del Río Cauca y Radio Libertador. Escribió en los diarios El País, Occidente y El Pueblo.

También se consolidó como compositora. Compuso más de setenta canciones, entre ellas el pasodoble de la Feria de Cali. Cantaba, tocaba la guitarra y el piano. Lo hizo hasta poco antes de su muerte: aunque había perdido la memoria cercana, todas las mañanas se sentaba ante el piano a sacar melodías.

“Helena fue una mujer muy preparada. Una periodista muy reconocida, además dio grandes pasos en la gestión cultural en Manizales. Era una mujer muy despierta”, recordó su primo Armando Morales Benítez, abogado y político de Riosucio.

Fue una de las grandes impulsoras de la carrera de Helenita Vargas y contribuyó en las de Lucho y Nilhen, Fausto, Billy Pontoni, los Ocho de Colombia, Isadora y Claudia de Colombia.

Fue cofundadora del grupo vocal Las Seis y participó en la fundación del Circo de Variedades, conformados por gente de la alta sociedad caleña para hacer funciones benéficas. De allí surgieron cantantes como María Eugenia, Gerardo de Francisco y el Trío Calima. Por su labor social recibió la medalla al Mérito Cívico de Santiago de Cali.

Como una mujer de carácter, inteligente, líder, preparada, valerosa y muy aplaudida, así recuerdan los caldenses a la mujer que pasó a la historia como la primera alcaldesa en Colombia y una de las promotoras del voto femenino en nuestro país.