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Jóvenes indígenas, entre lo ancestral y la tecnología

Diez jóvenes indígenas de diferentes zonas del país hicieron crearon aplicaciones tecnológicas para visibilizar sus lenguas y comunidades.

Por: Diego Cuervo Escobar

Orgullosos de su procedencia, vistiendo atuendos autóctonos de su comunidad que representan su cosmovisión y su manera de ver el mundo; diez jóvenes indígenas de diferentes partes del país llegaron a Bogotá para participar de la octava ‘Hackathon, los jóvenes desafían los medios’, un encuentro interdisciplinar que tuvo como objetivo acercar a estas comunidades a la tecnología y los medios de comunicación.

Procedentes del Putumayo, La Guajira, Cauca, Chocó y otras regiones del país, los estudiantes indígenas fueron seleccionados por el Ministerio de Cultura y el Ministerio de las Tic gracias a sus altos desempeños académicos y las labores que vienen realizando en sus comunidades.

Quizás con dudas, con dificultades para hablar el español, y en algunos casos afligidos por el frío de la capital, traían consigo una maleta llena de motivaciones y esperanzas por aprender aspectos tecnológicos y comunicativos a los cuales no habían tenido la posibilidad de acceder.

No es secreto que si bien, la cobertura de banda ancha e internet en el territorio nacional se ha incrementado en los últimos años, comunidades como los ingas, los arhuacos, muiscas o nasas, en muchas ocasiones tienen dificultades para acceder a este servicio y desarrollar sus capacidades.

Aun así, Antonio, Sandra, Yuli y los demás, tomaron un avión y decidieron venir a la Hackathon para adquirir todos los conocimientos posibles y replicarlos con sus hermanos. Así es como llaman a todas las personas de sus comunidades.

El reto: diseñar en grupos una aplicación que les permitiera a los jóvenes personalizar el flujo de noticias que reciben según sus intereses y hacer una lectura crítica de los sucesos de la actualidad. Cada equipo tendría ocho integrantes, que durante 36 horas seguidas debían trabajar articuladamente, aportando ideas desde sus profesiones para realizar el trabajo más innovador.

Plumas de guacamaya en el Edén del Putumayo

Antonio Flores es un joven de 24 años oriundo de Putumayo y perteneciente a la comunidad indígena Inga. Es comunicador social y una de sus mayores pasiones es la radio. Aunque en su aspecto es un poco serio, sus palabras denotan una gran amabilidad y un espiritual amor por su pueblo. Con un gran empoderamiento, él ha utilizado los medios de comunicación en su región para transmitir las historias del ‘Edén’, como ancestralmente le llaman a su región.

“El Edén es donde te encuentras con la selva, donde convives con la fauna y la flora, y aprendes a cuidarla. El aire que respiras te llena de paz y vitalidad. Transmitir sus historias a todo el país es lo que más me motiva”, cuenta Antonio con un gran aire de orgullo.

-Antonio: En el siglo XXI, una época tan tecnológica, ¿cuál es la percepción de la comunidad indígena en el Putumayo sobre las tecnologías y los medios?

-Mira amigo: En nuestra opinión las tecnologías tienen un punto positivo y negativo. Gracias a la tecnología podemos enterarnos de lo que sucede en el cosmos (el planeta), pero al tiempo es una forma de entretener a la niñez con cosas que no son buenas. Creo que hace más educación sobre el tema.

Foto: Diego Cuervo

Como respuesta a esta afirmación que Víctor hizo, su grupo en la Hackathon creo un aplicativo que utiliza memes para transmitir de forma divertida noticias culturales y educativas, a las que los jóvenes podrán acceder en el español y en lengua inga.

“Quisimos hacer algo que estuviera relacionado con la actualidad, y los memes es lo que más se ve en las redes sociales. Podría ser algo atractivo y de buena acogida para los chicos”, así lo describió Antonio, sin saber lo que ocurriría más adelante.

La sapiencia de los arhuacos

Con una sonrisa más tímida, pero con un gran conocimiento sobre los procesos de su comunidad, también conversamos con Sandra Torres, una joven indígena arhuaca que llegó al encuentro para ampliar sus conocimientos comunicativos que, de cierta forma, han aprendido empíricamente ella y otros 6 jóvenes de su pueblo.

Se le dificulta un poco hablar el español, pero no fue impedimento para compartir sus conocimientos con otros jóvenes de la capital. Para ella, las tecnologías y los medios de comunicación son una gran herramienta para conservar las enseñanzas de los abuelos y para documentar sus costumbres y tradiciones.

Foto: Diego Cuervo

-Sandra: Hay algunas comunidades indígenas que no ven con buenos ojos la tecnología ¿ocurre esto con los arhuacos?

- En un principio si estaba pasando eso. Un hermano tuvo la opción de venir a Bogotá y aprender sobre comunicación. Logró que le donarán un computador y una cámara para ir al resguardo y enseñarnos. Cuando volvió con esos equipos no fueron bien vistos por los mayores, pero con el tiempo han ido cediendo. Ellos temían que la tecnología afectara las costumbres ancestrales.

- ¿Qué trabajos han desarrollado para cambiar esa opinión en los mayores?

- Hace muchos años, los extranjeros llegaban a la comunidad, hacían sus trabajos y se marchaban. Ahora somos nosotros quienes hacemos las entrevistas, grabamos y tomamos fotografías. Hace poco hicimos un cortometraje sobre la vida de nuestros abuelos y todo ese trabajo lo estamos documentando en una biblioteca.

Gracias al acercamiento con la tecnología y aquellas herramientas de comunicación, Sandra dice sentirse más tranquila.

- ¿Por qué tranquila?

-Porque cuando mis abuelos partan de este mundo sus conocimientos estarán almacenados y serán disponibles para los niños; así nuestra comunidad, nuestra lengua y nuestras creencias seguirán latentes.

¿Cómo seguir acercando las comunidades indígenas a la tecnología y las comunicaciones?

Si bien uno de los propósitos de esta Hackathon era generar ideas y pensamientos críticos en los jóvenes frente a los medios de comunicación, el norte del proyecto era vincular a la comunidad indígena y generar un dialogo intercultural entre los jóvenes.

Desarrollo de software, alfabetización mediática y el fortalecimiento de habilidades digitales que empoderaran a las diferentes etnias con las tecnologías, fueron otros de los propósitos a los que los ministerios de Cultura y las TIC le apuntaron.

Luis Carlos Urrutia, miembro de la Dirección de Comunicaciones del Ministerio de Cultura resaltó la participación de los jóvenes indígenas y valoró su entrega y compromiso durante las jornadas de trabajo.

“La idea era que no hicieran un grupo entre ellos, sino que todos se integraran con las personas del interior. Su papel dentro de los equipos fue demasiado importante porque desde su perspectiva y desde su visión aportaron los conocimientos necesarios para que fueran tenidos en cuenta en el desarrollo de la aplicación”, precisó.

La juventud y resistencia del Cauca y Nariño

Foto: Diego Cuervo

Un poco más joven que los demás, Yuli Guanga, de la comunidad indígena Awá en Nariño y estudiante de comunicación propia intercultural de la Universidad Autónoma indígena del Cauca, refleja en su mirada la resistencia de pueblos que lamentablemente han sido golpeados por la violencia, pero que ante las adversidades se siguen preparando y trabajando por un mejor país.

Para Yuli, una gran cantidad de medios de comunicación ha generado “estereotipos” sobre los pueblos indígenas, los han juzgado por reclamar sus derechos y han informado de forma indiscriminada los ataques que han sufrido.

“Nos han llamado “indios pobrecitos”, “roba tierras” que marchan, cierran vías y nada más. Eso es lo que desde la comunicación y la tecnología queremos ir cambiando”, señaló ella.

- ¿Cuál fue la mejor experiencia vivida en la Hackathon?

- La mejor experiencia ha sido entender las dinámicas que no se ven en mi región. La pedagogía indígena es más vivencial, más de práctica. Si tú quieres conocer una situación tienes que ir a los territorios, entender sus situaciones y preguntarte ¿cómo puedes aportar desde la comunicación?

- ¿Y cuál es la diferencia que ha visto frente a la ciudad?

- Me he dado cuenta de que aquí es un poco más teórica y tecnológica la comunicación. No significa que esté mal. Precisamente lo que quise aprender fue a unir los dos procesos y poder transmitir mediante la tecnología las necesidades de los pueblos originarios de mi región.

Los muiscas siguen vivos

Por el cuerpo de Erika Nivia recorre la sangre de un pueblo indígena que se dice habita la región cundiboyacense del país desde el siglo VI a.C. A sus espaldas lleva las tradiciones mestizas de más de 14.000 muiscas que según el Dane habitan en Colombia.

Hace parte de una de estas comunidades que reside en el Bogotá, específicamente en el cabildo de la localidad de Suba y fue invitada a la Hackathon por el Ministerio de Cultura gracias a los estudios en diseño gráfico que desarrolla en la Universidad Nacional de Colombia.

- ¿Cómo es la relación de los muiscas con los medios de comunicación?

- Nuestros medios de comunicación son caminar el territorio, reunirnos, realizar las festividades y trasmitirle nuestras preocupaciones y alegrías al abuelo mayor. Es la forma tradicional de comunicarnos entre nosotros.

- Sin embargo, los diferentes cabildos muiscas han venido trabajando con procesos radiales y audiovisuales.

- Así es. Hemos ido vinculando los medios digitales y las tecnologías porque llegó el momento en que nos sentimos ocultos. La academia en Colombia se ha encargado de contarnos como un mito, que somos de siglos pasados. Pero aquí estamos.

Foto: Diego Cuervo

Con mano cerrada y tono de voz fuerte, Erika siguió contándonos que esta Hackathon le ha permitido seguir abriendo su mente hacia las nuevas tecnologías, a convencerse de que todos los jóvenes, sin importar su color de piel, creencias o procedencias, todos son iguales y cuentan con las mismas capacidades.

- Esta Hackathon nos hizo entender que las herramientas están ahí, disponibles para nosotros. La clave está en utilizarlas de buena forma para nuestra comunidad y todo el país.

- ¿Qué historias contará después de esta experiencia?

- Lo principal es mantener viva la memoria indígena; nuestras raíces. Hacerle ver al país que los humedales y páramos que defendemos son indispensables para la vida.

Debido a un suceso que nadie quisiera escuchar, los lazos de amistad entre los estudiantes de este encuentro se fortalecieron aun más. El asesinato de indígenas Nasa en el Cauca hace pocos días, hizo que los diez jóvenes indígenas junto a sus grupos entonaran en Himno de la Guardia Indígena. Un momento en que el dolor y las lagrimas no se pudieron contener.

¿Recuerdan a Antonio?, el joven indígena del Putumayo que quiso utilizar memes para narrar las historias del ‘Edén’, que al momento de contarnos sus ideas se mostró un poco escéptico de que pudiera ganar. Pues él y su grupo que llevaban el nombre de ‘Transmutantes’, fueron los ganadores de la octava Hackathon.

Su propuesta innovadora fue la que cautivo al jurado y los hizo acreedores de un incentivo económico de $8 millones. En el marco del Año Internacional de las Lenguas Indígenas declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, estos encuentros interculturales dan cuenta de la extensa e invaluable riqueza cultural con la que cuenta el país, ese país que posiblemente aún tiene mucho por descubrir y dignificar.

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