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El soñador de tesoros: cuando la realidad supera la ficción

La nueva novela de Gustavo Tatis Guerra plasma elementos de ficción entremezclados con una historia real.

(Colprensa).

‘El soñador de tesoros’, del periodista y escritor Gustavo Tatis Guerra es una novela juvenil donde plasma elementos de ficción entremezclados con una historia real y fascinante que un día escuchó a su amigo, el músico Miroslav Swoboda (Miro Pablo): “Me contó que cuando él era niño vivía en una casa colonial antigua, en la calle Santos de Piedra, en el centro. Él les decía a los papás que escuchaba a una niña que lloraba detrás de una de las paredes altas de la casa, pero los papás no le creían”.

Mucho después, cuando parte de esa pared fue derribada, lo que encontraron en el lugar de donde salía la voz de la niña, sorprendería al mismo Miro Pablo y a su familia: un cuarto de muñecas de otro siglo, casi desvanecidas por el tiempo. El escritor Gustavo Tatis empezó a construir la novela, desde la ficción, imaginando quién sería la niña dueña de esos juguetes e imaginando qué familia habitó esa casa.

“Yo pensé que sería un cuento corto y resulta que se me fue ampliando y ampliando, hasta 115 páginas, es una novela corta (...) La realidad terminó siendo determinante de la ficción que yo pensé que estaba creando. Después que el libro salió, resulta que el mismo Miro Pablo me dice: ‘imagínate que en esa casa vivió el pirata Francis Drake y varios mercaderes’, entonces la ficción terminó siendo real (...) Yo diría que la historia tiene mucho que ver con la realidad cartagenera, con las casas y lo que contienen esas casas del Centro Histórico de la ciudad”, revela Tatis, también autor del libro infantil ‘Alejandro vino a salvar los peces’, Premio Nacional de Cuento Infantil Comfamiliar del Atlántico, 2002; y del cuento infantil La iguana tiene sed” (2013); ambos hacen parte del plan lector de varios colegios de Bolívar, de ciudades de la costa Caribe y del Interior del país.

Foto: Archivo Colprensa 2017

Más de la historia

‘El soñador de tesoros’, publicado por Editorial Norma, en su línea Torre Azul, es una novela narrada a través de la voz de una niña, un personaje ficticio creado por Gustavo, y se desarrolla en Santos de Piedra. “Cartagena es una ciudad de cosas guardadas, herméticas, que a veces la literatura las intuye pero que son verificables. Por ejemplo, en la novela aparecen las cajas de oro que Francis Drake saqueaba y se llevaba de la ciudad”, dice Gustavo.

“Es una historia, que realmente es un homenaje a Miro Pablo, porque fue quien me contó la historia de cuando él vivía en esa casa inmensa llena de gatos (...) Es una historia que le ha ocurrido a mucha gente, se repetía mucho en las casas del Centro Histórico, donde encontraban tesoros y cosas guardadas”, explica el autor del libro.
“Miro Pablo quedó tan impresionado cuando leyó la novela, que me decía que era impresionante porque sentía como si yo hubiera vivido en esa casa, y supiera cómo él sufrió cuando oyó la voz de esa niña y cómo los papás no le creían, pensaban que era cosa de niños”.

Gustavo Tatis es autor de más de una decena de libros, entre novelas, cuentos infantiles y poemarios. Ha sido ganador del Premio Nacional de periodismo Simón Bolívar (1992), además es considerado como uno de los periodistas experto en Gabriel García Márquez. Sus crónicas, poemas y escritos han traspasado fronteras al punto de ser considerado un referente cultural del Caribe colombiano.

La novela, además viene con una cartilla, para que los niños o jóvenes que la lean le escriban una carta a la niña que se escuchaba llorar en aquella vieja casa colonial.

Sobre Miro
“Nadie lo conoce en Cartagena como Miroslav Swoboda, sino como Miro Pablo, el hijo de un croata que llegó a la ciudad huyendo de la Segunda Guerra Mundial, y quien se quedó para siempre entre nosotros, luego de encontrar el amor de la cereteana Clara García Padrón”, ha escrito Gustavo Tatis, sobre Miro Pablo. “También Miroslav Swoboda, su padre, un hombre insaciable mordido por la curiosidad de saberlo todo, aprendió a cantar, a rasgar la guitarra y a integrar con su voz de barítono el coro de Zino Yonusas. Fue él quien trajo la primera guitarra para Miro Pablo”, describe el periodista sobre el músico.

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