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CERRAR

Así es la catedral que deslumbra a propios y visitantes en Manizales

Tiene el quinto mirador más alto del mundo y un corredor ligado a la Segunda Guerra Mundial.

Por: Juliana Villanueva Bedoya

Una imponente construcción se levanta en el centro de Manizales. Se trata de una catedral católica, de 106 metros de altura, 2.300 metros cuadrados y una capacidad para 5.000 personas, que se impone en la carrera 22 de la capital caldense.

La Catedral Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Manizales es la catedral más alta de Colombia, una de las más notorias edificaciones del centro histórico de la ciudad y no satisfecha con esto, tiene varias particularidades que la hacen única en la región: un café dentro de sus instalaciones y un mirador que está catalogado como el quinto más alto del mundo.

“Cuando la gente conoció el diseño de la nueva catedral quedaron pasmados de la emoción porque descubrieron una monumental iglesia cuyas agujas perforaban el cielo. Era una Catedral europea en Manizales, un templo que se levantó en la espina de la cordillera”, expresó Albeiro Valencia, historiador de Manizales.

Antes de que naciera la Catedral que conocemos hoy, existieron otras dos. La primera se deterioró por los movimientos telúricos propios de la región y la segunda fue víctima de uno de los grandes incendios que tuvo Manizales.

“La Arquidiócesis adquirió el lote donde quedaba antes el Banco de Caldas, hicieron un concurso en París para elegir a quien iba a construir la nueva catedral, y finalmente el encargado del diseño fue Julien Polti, arquitecto jefe de los monumentos históricos de la capital francesa”, recordó Herman Estrada, primer vicepresidente de la Sociedad de Mejoras Públicas de Manizales.

Foto: Colprensa

El 5 de febrero de 1928 comenzaron la construcción de esta imponente catedral, después de inconvenientes económicos por la crisis que se vivió en la Gran Depresión, el templo fue inaugurado el 29 de septiembre de 1939.

Esta catedral costó cerca de $1.500.000, lo que para esta época serían cerca de $800.000 millones de pesos.

Hay dos formas de conocer esta catedral, como turista y como creyente. Ingresar por un ascensor y comenzar a subir una escalera en forma helicoidal es uno de los mayores retos para los turistas. Iniciar la travesía de subir 395 escalones que cada vez se hacen más estrechos se convierte en toda una aventura.

El recorrido dura cerca de una hora y media, allí solo pueden ingresar 22 personas, “es un mirador muy valioso, desde allí se pueden divisar cinco departamentos y ver cerca del 90% de Manizales”, explicó Juan Pablo Jaramillo, historiador y ex administrador del Corredor.

Este templo posee una torre central donde se encuentra otro de sus grandes atractivos: el Corredor Polaco. Cuenta con cuatro torres laterales de 62 metros de altura, cada una de ellas dedicada a un santo: San Pablo, Santa Inés, Santa Ana y San Francisco.

Foto: Colprensa

“La elección de los santos no fue aleatoria. La construcción de un templo de estas dimensiones era costoso, el sacerdote pidió ayuda a sus feligreses, llegaron Don Pablo y Don Francisco y donaron dinero, así como los esposos de Inés y Ana, en honor a ellos se buscó un santo con sus nombres para decorar la Catedral”, contó el intendente de la Policía Turística de Manizales, Andrés Pérez.

Este corredor en un principio no se pensó como tal. Según Jaramillo, la construcción del mismo fue una decisión rápida pensando en la recolección de recursos para la catedral.

“Este mirador no existía, la catedral tenía un anillo que recogía los pliegues de la torre central para darle un terminado final en el pináculo de la torre donde se encontraba la cruz. Llegó un momento en el que los arquitectos decidieron cambiar el anillo por un espacio abierto para que la gente viera a Manizales desde lo alto y pagara una entrada”.

El 23 de noviembre de 1979 el Corredor fue clausurado debido a un sismo que afectó su estructura y no fue abierto al público nuevamente hasta el 5 de enero de 2008.

Su nombre, al parecer, responde a una historia ligada a la Segunda Guerra Mundial y a la invasión de Alemania a Polonia.

“En pleno remate de la torre en 1939, se corrió la voz de que alemanes y polacos utilizaron un corredor para movilizarse en la guerra. Ese corredor era conocido como ‘Corredor Polaco’. Y la ciudadanía, al ver a los obreros desfilar de un lado para otro de la catedral, decidieron darle ese nombre”, rememoró el intendente Pérez.

Foto: Colprensa

Según las cifras oficiales, este corredor puede tener cerca de 40.000 visitantes al mes. “Este corredor es una resignificación de la Catedral. Es sin duda uno de los atractivos turísticos más importantes e interesantes del centro histórico. A esto se le suma el Café Tazzioli que queda en el segundo piso del templo”, afirmó el historiador Pedro Felipe Hoyos.

Este corredor no ha sido ajeno a eventos especiales y afortunados. Según las cifras, allí se han realizado al menos 12 pedidas de mano y tres matrimonios.

“La pedida de mano más curiosa fue con un par de novios que subieron al corredor. Él había extendido en plena Plaza de Bolívar un cartel que decía: “Amor, ¿te quieres casar conmigo?, ella lo vio desde el mirador y de inmediato dijo que sí”, recordó el intendente Pérez.

Además del amor, la aventura también se refleja en las experiencias del Corredor. Pirry, periodista colombiano, bajó del corredor por fuera de la Catedral sosteniéndose de una cuerda.

Otros aspectos que resaltan de este recorrido es que adultos mayores de 99 y 87 años han logrado subir hasta la cumbre del corredor y ver desde allí un fenómeno imperdible: ver a Manizales plana. Esto, según los expertos consultados, se debe a la altura del Corredor ya que desde cualquier otra perspectiva se puede notar que la topografía manizaleña está conformada por múltiples pendientes.

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