Arquidiócesis de Bogotá suspende misas y restringe sacramentos

Atendiendo las medidas de prevención del Gobierno para mitigar la expansión de la pandemia del coronavirus en el país, la Arquidiócesis de Bogotá informó en un comunicado que las misas dominicales en la capital y en Soacha quedan suspendidas desde este miércoles 18 de marzo. Además, anunció restricciones en varios sacramentos.

“La participación en la eucaristía de forma virtual (televisión, radio y redes) es válida. Por la no participación personal en la eucaristía dominical, dado que es por causa de salubridad pública para proteger tanto la vida propia como la de los demás, no se incurre en ninguna falta moral y por ello no se comete pecado”, describe el comunicado.

Para las celebraciones de la eucaristía entre semana, se permitirá el ingreso de las personas por la puerta lateral o por la casa cural. Asimismo, los matrimonios se realizarán a puerta cerrada y con poca participación de invitados. Para la misa de exequias de difuntos, no se trasladarán los cuerpos a las iglesias.

También se suspenden los servicios de comunión a los enfermos, “a excepción de los casos graves que serán atendidos personalmente por los sacerdotes y no por los ministros extraordinarios de la comunión”, añade el comunicado. Y se suspenden las catequesis de preparación a los sacramentos y las reuniones de los grupos parroquiales.

“Se suplica a los fieles católicos no solicitar el servicio del sacramento de la confesión a no ser en casos de extrema necesidad de salud o de conciencia. Se encarece a los sacerdotes gran disponibilidad para este servicio y se les pide no usar el confesionario sino un lugar abierto”, solicitó la iglesia católica.

La Arquidiócesis también anunció que los servicios de las oficinas parroquiales se realizarán, en lo posible, por teletrabajo, o con horarios flexibles para que los funcionarios no se desplacen en horas pico. Todas estas medidas regirán, por el momento, hasta el sábado 4 de abril.

“Sabemos que estas medidas son duras y que para algunos pueden parecer excesivas. Sin embargo, está en juego no solo la salud, sino también la vida de muchas personas. En estos momentos el cuidado de sí mismo y el cumplimiento riguroso de los protocolos sanitarios es no solo la mejor forma de manifestar nuestro amor al prójimo, sino también una clara expresión de nuestra fe que nos pide sacrificarnos para contribuir a la creación de condiciones positivas para la superación definitiva de la crisis que estamos atravesando”, dijo la Iglesia católica.