Río y el niño científico: simbiosis y acuaponia en la ciudad

En el siguiente capítulo del Radio Laboratorio compartiremos la experiencia del niño científico John Kener Novoa.

Esmeralda Ramírez

En el siguiente capítulo del Radio Laboratorio compartiremos la experiencia del niño científico John Kener Novoa, quien a partir de una iniciativa escolar y con ayuda de su padre, decide llevar a cabo un experimento en torno a la acuaponía, un sistema de cultivo de plantas y peces, que combina la cría de animales acuáticos (acuicultura), y el cultivo de especies vegetales en el agua (hidroponía) dando lugar a una fusión entre acuario y huerto sostenible en perfecta simbiosis, creando un círculo vital en el que unos y otros se complementan.

Las plantas ayudan a purificar el agua para los peces y los peces con sus excrementos ayudan a dar abono a las plantas, el musgo que crece en el ecosistema por las caídas del agua sirve como alimento para los peces, y a su vez generan el oxígeno necesario para los habitantes de la pecera, a ese tipo de interacción se le llama simbiosis, cuando las especies se asocian para beneficiarse mutuamente.

En los sistemas naturales existen muchos tipos de convivencia entre organismos y Río será testigo de algunas relaciones simbióticas en la naturaleza, vamos a aprender hacer la acuaponía en casa, guiados por la experiencia del pequeño científico Jhon Kener y con ayuda de Río vamos a realizar este maravilloso experimento con materiales reciclados. Será una oportunidad para criar hermosos peces y cultivar el alimento que brota en este caso del agua y no desde la tierra como estamos acostumbrados a verlo. Es maravilloso darnos cuenta de que la fuente de vida es inagotable y los peces y las plantas son un ejemplo de ello.

Seguiremos descubriendo y experimentando en casa. Gracias a la curiosidad y el ingenio de los niños y las niñas continuaremos aprendiendo guiados por Río, nuestro compañero de aventuras que en esta oportunidad retorna a la ciudad, para conocer esta historia de un niño científico que nos comparte su experiencia y sus ideas entorno a la simbiosis, acercándonos a estas relaciones vitales en un contexto urbano.

Rio ha estado aprendiendo mucho de los paisajes, de las aguas y de los niños y niñas que viven en distintas geografías colombianas, desde el páramo del Ruiz con los guardianes del frailejón, pasando por Chaparral (Tolima), en la reserva ecológica entre aguas y los niños avistadores de aves del Club Cristata, llega a Ibagué y desde la ciudad musical de Colombia quiere continuar compartiendo lo que ha aprendido en esta travesía. La radio sigue siendo su aliada y el medio para amplificar estas historias.

Río nos ha conectado con niños y niñas que están comprometidos con el cuidado del medio ambiente, que viven el presente con gran intensidad y sienten que el cambio y la transformación de las relaciones entre los humanos y el paisaje es un asunto fundamental. Ha viajado en el tiempo y el espacio gracias a la caja mágica de la radio y nos ha presentado las historias y experiencias que se ha encontrado en los territorios, escuchando, aprendiendo y contando los saberes de las nuevas generaciones que aportan a la misión de Río, la cual es acercarnos a los mensajes de la naturaleza y conectar el campo con la ciudad.

No se pierda el próximo capítulo del Radio Laboratorio, donde tendremos los consejos de este joven científico que afirma que “vale la pena soñar y hacer que las cosas que piensas pasen, cualquier idea, la pueden hacer realidad, pero si se ponen a trabajar en ella, empiecen a unir fuerzas con ideas de otros niños y niñas, que así sean las más locas, que se pongan a planificar, a dibujar y sacar planos de lo que se imaginan, al final les quedará una gran idea, al desarrollarla van a sorprenderse y a salir adelante con ella, nunca se rindan”, dice Jhon Kener, quien a su corta edad tiene grandes planes y muchos proyectos en mente.

Jhon Kener y su grupo de amigos, forman el colectivo Misión y Estrategias conformado por cuatro jóvenes, con quienes pone en práctica sus conocimientos en robótica y sistemas para realizar nuevos experimentos. Ellos participaron en un concurso que se llama Hackathon, donde ganaron con un proyecto relacionado con alternativas para prevenir el Covid-19 en los colegios. Su proyecto consiste en una careta que limita la cercanía de las personas, su función es que empiece a vibrar y luego se cierra, cuando hay una persona a menos de dos metros.

El otro experimento que realizaron es el de una puerta electrónica, con un sensor que controla el número de personas dentro de un recinto, por ejemplo: si hay más de una persona del número que se pide en el lugar, suena una alarma para alertar el sobrecupo y luego la puerta se empieza a cerrar.

Con los proyectos de su colectivo se presentaron ante los jurados del Sena y Computadores para Educar. Actualmente van a participar en un concurso a nivel mundial sobre experimentos científicos de robótica. Estos jóvenes curiosos son un ejemplo y una gran motivación para continuar haciendo preguntas y resolviendo con ingenio y creatividad los problemas de la cotidianidad.

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