¿Cuál es el panorama de la niñez en Colombia? ¿En qué deberá trabajar el próximo presidente?

Garantizar la integridad física, la salud, la seguridad social, y la alimentación equilibrada de esta población son algunos de los retos.

Por: Lizeth García Bejarano

El panorama de la niñez en Colombia es preocupante y nada más complejo que hablar de esto en cifras. Según el ICBF, en el primer trimestre del año se han registrado 2.855 casos de abuso sexual infantil. Diariamente se registran 66 casos de violencia contra niños.

Según la directora del Instituto, Karen Abudinen, la situación sigue siendo muy compleja en el país, ya que los casos de violencia contra los niños van desde maltrato verbal y psicológico, pasando por la negligencia de los padres o cuidadores, hasta abuso sexual, explotación sexual comercial y trata de personas.

A pesar de que en Colombia la Constitución Política en su artículo 44 promueve los derechos fundamentales para los niños, como la vida, la integridad física, la salud, la seguridad social, y la alimentación equilibrada, las cifras parecen indicar lo contrario. Por esto, los retos para el próximo presidente de la República no serán pocos.

“El próximo Gobierno deberá crear políticas públicas que acompañen al niño en todas sus etapas de desarrollo. Es decir, desde su infancia hasta la adolescencia. Actualmente los niños son vulnerables a cualquier tipo de situación, como el maltrato físico, sexual, el abandono y el estado no está ahí para garantizarles su seguridad”, Ángela Rosales, directora de Aldeas SOS, organización social que promueve los derechos de los niños.

Así lo muestran las cifras del ICBF. En el año 2017 fueron abandonados 3.254 menores, de los cuales, el 70% eran niños de escasos recursos.

Por su parte, Juan Ángel Isaac Llanos, presidente de la Asociación Colombiana de psiquiatría, asegura que el 99% de los casos de abuso en contra de los niños, provienen de adultos con alteraciones emocionales y sexuales.

De acuerdo con el experto, estos traumas difíciles de tratar, ya que son personas con trastornos tan complejos, que en sus mentes disfrutan abusar de una persona indefensa. Llanos asegura que otro de los desafíos del próximo mandatario será crear una política penal justa. “Que asegure justicia plena en cualquier situación que atente contra el menor”, señala.

Ejemplo claro de esta situación es el caso de Yuliana Samboní que estremeció al país. Ante esta situación organizaciones y líderes sociales han adelantado iniciativas y proyectos de ley que castiguen este tipo de comportamientos. Un claro ejemplo de ello es el trabajo que viene adelantado Yohana Jiménez, defensora de los derechos de los niños, hija de la fallecida exsenadora Gilma Jiménez.

Para esta líder, lo mejor que puede pasar en el país es que el referendo de cadena perpetua para abusadores y violadores se apruebe de una vez por todas, ya que considera que el actual sistema penal en vez de castigar le otorga beneficios al abusador. “Debemos preocuparnos por casos como el de Luis Alfredo Garavito que no falta mucho para que quede en libertad”, asegura.

Por otra parte, las cifras que arroja la Defensoría del Pueblo en materia de seguridad alimentaria infantil también son alarmantes. En el año 2017, en el país murieron 321 niños por desnutrición. Lo que en promedio significa que un niño muere diariamente. Según el defensor Carlos Negret ningún departamento del país se salva de la cifra.

“Es deber del Estado avanzar hacia el mejoramiento del acceso al agua, al saneamiento básico y a la educación, como hacia el aseguramiento en la prestación universal de los servicios necesarios para el desarrollo integral de los niños”, sostiene.

Otra problemática que llama la atención de las autoridades está relacionada con el trabajo y la explotación infantil. En Colombia, según el Dane, hay 869.000 niños y adolescentes entre los 5 y 17 años trabajando.

Las ciudades con mayor tasa de explotación infantil son Neiva, Sincelejo, Pasto, Armenia y Cali. La mayor parte del trabajo infantil se concentra en el rango entre 15 y 17 años, con 18 por ciento, frente al 3,9 por ciento que se registró para el rango entre 5 y 14 años. Sin embargo, para los dos grupos de edad, el trimestre octubre-diciembre de 2017 ha sido el más bajo desde 2012.

Organizaciones internacionales como Unicef, que han trabajado en el país por el desarrollo integral de los niños, indican que para poner fin al trabajo infantil resulta fundamental un enfoque integrado del Gobierno, las organizaciones internacionales, la sociedad civil, el sector privado, y los niños y sus familias.

De igual forma, Ruth Camelo, directora de la Corporación Juego y Niñez, agrega que el reto debe estar enfocado en la educación.

“Los niños y niñas de Colombia deben tener todas las garantías para acceder al sistema de educación, no podemos permitir que se explote a los niños, ni que cambien sus cuadernos por trabajo”, puntualiza.

Hace dos meses, cien organizaciones sociales civiles, en pro de los derechos de los niños, entregaron más cifras. En el informe ‘La niñez no da espera - una mirada a su situación desde la sociedad civil’, en materia de educación, la tasa de permanencia escolar en la zona urbana es de 82%, mientras que este indicador presenta un fuerte rezago en la zona rural, donde la tasa solo llega a 48%.

Así mismo, el estudio expresa que aquellos que estudian en el campo lo hacen en colegios con infraestructura de 37 años (promedio) de antigüedad y que no dispone de red de gas, alcantarillado ni baños suficientes.

Según los voceros de la organización NiñezYa, fortalecer el sistema de educación en el país, debe estar en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, que tendrá que elaborar la nueva administración.

Este informe, según las organizaciones, se hizo con el fin de que el próximo presidente se comprometa, reconozca y garantice los derechos de los 15.448.285 ciudadanos colombianos menores de 18 años.

También se compromete al próximo presidente a reparar a los niños que resultaron afectados por la violencia. De los 8.270.812 víctimas del conflicto armado, 29 por ciento (2.382.086) son menores de 18 años, de ellos 96,4 por ciento ha sufrido desplazamiento y sólo 0,3 por ciento ha retornado a su lugar de origen, entre otros.

Para las organizaciones, a pesar de que existen diferentes mecanismos creados por las leyes, como la Ley 724 de 2001, para la participación y visibilidad de niñas, niños y adolescentes, no se están asignando recursos.

Afirman que se necesitan más lugares como bibliotecas, ludotecas, espacios recreativos, entre otros. La Unesco afirma que la actividad del juego es vital, puesto que condiciona un desarrollo armonioso del cuerpo, la inteligencia y la afectividad. “Es tan preponderante que se diría que es la razón de ser de la infancia”, sostiene la organización.

“Los niños que juegan tienen mejor autoestima, motricidad y capacidad de abstracción. Además, son menos propensos a desarrollar diabetes, enfermedades cardiovasculares u obesidad”, explica Vladimir Muñoz, pediatra del hospital El Tintal y docente de la Universidad del Rosario.

Finalmente, Gloria Carvalho, secretaria ejecutiva de la Alianza por la Niñez Colombiana, erradicar cualquier tipo de violencia contra la niñez es uno de los puntos más urgentes, dado el panorama y las estadísticas entregadas.

Indica que el futuro presidente deberá crear políticas públicas y propicias relacionadas para derrotar la explotación y/o violencia sexual infantil, la violencia intrafamiliar, el trabajo infantil, el abandono, la crisis alimentaria y/o desnutrición, al igual que la reparación a las niñas y niños víctimas del conflicto armado en Colombia.

ETIQUETAS