Sin referencias explícitas a la situación o al contexto histórico del país, La Fiesta plantea una dictadura lejana del régimen político y social, expresa la represión en la angustia generada por la falta de afecto, la tortura de estar obligado a permanecer, a formar parte de un festejo sin sentido, a ser el traidor que huye e incluso a la imposición de lógicas tradicionales del mismo ejercicio actoral.
“La obra no partió de un texto sino de un entrenamiento expresivo y de improvisación con los actores, cada uno aportó sus experiencias durante la dictadura; fue una dramaturgia en acción de la cual surgieron los personajes y la paradoja de estar atados a la Fiesta”, manifestó Fernando Toja, director de la obra.
Esta puesta en escena no es un texto lineal con planteamiento y desarrollo, sino una construcción de metalenguajes, de formas fragmentadas con múltiples lecturas creadas desde omisiones y fugas, aquello que no se dice pero que el público intuye o que es desafiado a descubrir.
Institución teatral en Latinoamérica
El 2 de septiembre de 1949 un grupo de jóvenes motivados por la necesidad de realizar teatro independiente fundaron El Galpón e iniciaron la construcción de las salas de teatro; según Arturo Fleitas, quien lleva 48 años en el grupo, durante dos años esos visionarios interpretaron el papel de albañiles, ingenieros y electricistas para dar vida a la poética en su propio escenario.
En 1951, liderados por Atahualpa del Cioppo, esta compañía llevó por el mundo el teatro Uruguayo dando testimonio de su realidad política lo cual lo convirtió en blanco constante de persecuciones gubernamentales, a tal punto que en 1976 se decretó su disolución, sus bienes fueron incautados, sus integrantes encarcelados, torturados y algunos debieron exiliarse en México tras el Golpe de Estado.
Lejos de su patria no se silenciaron, durante ocho años en cada función continuaron denunciando al mundo la situación de su país.
A su regreso a Uruguay en 1984, cuando aún no había caído la dictadura, su labor de creación escénica y de extensión cultural no paró. Ahora cuentan con 35 mil socios que contribuyen a que anualmente cerca de 50 mil estudiantes asistan al teatro y a realizar funciones en los sitios más recónditos del país.
La historia de esta Compañía se convirtió en referente mundial, en Manizales el escenario El Galpón de la Facultad de Artes y Humanidades de la Universidad de Caldas lleva su nombre en honor a esta agrupación uruguaya.
El próximo 2 de septiembre El Galpón cumple 65 años de trayectoria.
En homenaje el Festival Internacional de Teatro entregó un reconocimiento por su aporte escénico y social a la cultura de su país, y a su lucha incansable que ha sido ejemplo para la comunidad artística de Latinoamérica.