Los Wanano, una comunidad que se niega a perder su identidad
Pese a que la violencia los obligó a desplazarse de su comunidad, los Wanano renacen en Villavicencio.
Graciela Barbosa es indígena de la comunidad Wanano, ubicada en el bajo río Vaupés, desde Bocas del Querarí, pasando por Santa Cruz y Villa Fátima, río abajo de Mitú, hasta Lauareté.
Aunque sus abuelos, padres e hijos nacieron en esa comunidad, ella tuvo que salir de allí hace algunos años, producto del desplazamiento por parte de grupos guerrilleros que la señalaron a ella y a su comunidad de ser informantes de la Fuerza Pública y de supuestos grupos paramilitares.
Con la idea de salvaguardar sus vidas, un total de 37 familias de la comunidad Wanano llegaron a Villavicencio, donde consideran que están en riesgo de perder por completo su identidad
“Acá no tenemos territorio propio y eso hace que podamos perder las costumbres de nosotros. Yo siempre hablo con mi comunidad para que les cuenten a los nietos sobre nuestras creencias, para que ellos vivan igual a lo que nosotros vivimos”, señaló Graciela.
Se preservan a través de las artesanías
En su comunidad, los Wanano vivían de la agricultura, de tala, de la caza y de la pesca. Según Graciela, nunca sufrieron por alimentación, pues la cercanía de sus resguardos a los raudales del Vaupés les facilitaba el acceso al pescado:
“Recuerdo que los abuelos hacían las trampas para agarrar el pescado río arriba o en bajada”
En Villavicencio la situación cambió. Allí, tuvieron que adaptarse a otro estilo de vida y de subsistencia y a través de las artesanías buscan conservar su identidad cultural:
“Tuvimos que renovar y tener nuestras artesanías con diseños únicos, creados por nosotros”
En el Pueblito Llanero, ubicado en el Parque Las Malocas de Villavicencio, los Wanano encontraron la vitrina que necesitaban para dar a conocer sus artesanías hechas en Cumare, pinturas naturales y algunas tinturas de indio, aunque reconocen que muy pronto ya no tendrán como conservar estos materiales autóctonos.