Más de 69 menores de edad que vivían en el Bronx se encuentran desaparecidos

Jairo Orlando Rodríguez, rector del Colegio Agustín Nieto Caballero, asegura que eran sus alumnos y que ni el ICBF ni sus padres dan razón de ellos.

Por: Carolina Bustamante

Pasados 12 días de la intervención que la Alcaldía Mayor de Bogotá (apoyada de la Policía, el CTI de la Fiscalía e intervención del Ejército Nacional) realizaron en la zona deprimida del ´Bronx´ de Bogotá, varios menores de edad que vivían allí fueron puestos a disposición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para realizar el restablecimiento de sus derechos; de estos 70 son estudiantes del Colegio Agustín Nieto Caballero y según el rector de la institución educativa, Jairo Orlando Rodríguez, estos menores no aparecen.


El rector o “profe” como lo llaman sus alumnos, asegura que algunos estudiantes podrían estar ubicados en centros de atención del ICBF en las localidades de San Cristóbal, Kennedy y Bosa pero que ha solicitado a Bienestar Familiar le proporcione la lista de menores que están bajo su protección y las respuestas son superfluas o le sugieren que él mismo vaya centro por centro, localidad por localidad, buscando a sus estudiantes.

“Con la Dirección Local de los Mártires hemos pedido al ICBF que nos de la lista de niños que recogió para cruzarla con la base de datos nuestra y saber si allí se encuentran o no; pero la respuesta fue: “Ese es problema del rector; él tiene que ubicarlos”; me es imposible recorrer todo Bogotá buscando los niños que se supone, el ICBF tiene bajo su protección”.

A esta incertidumbre, como la califica el rector Jairo Rodríguez, se suma otro problema más para la institución educativa y sus estudiantes; pues los habitantes de calle que se encontraban en el conocido ´Bronx´ ahora se han trasladado al respaldo del Colegio Agustín Nieto Caballero y según su rector, existe una posible amenaza de que estos se tomen las instalaciones de la institución sumado a que niños, niñas, jóvenes, docentes y personal de servicios generales han tenido que soportar que en bolsas plásticas o papel sean tirados excrementos de estas personas hacia el colegio.

Estas razones han llevado a que, de 1.070 estudiantes matriculados hoy, solo asistan a clases de manera intermitente 638, pues sus padres temen enviarlos a estudiar por los vecinos que ahora acechan el colegio y que pese a la intervención de las autoridades pululan en la zona.

“Muchos padres me dicen que por temor al entorno prefieren no enviar a los niños a estudiar y es un temor válido; porque los habitantes de calle están a la espalda del colegio; la Calle 11, que la habíamos recuperado desde el mes de enero y estaba transitable y limpia, hoy es otra cosa (...)”.


Así mismo asegura haber tenido una reunión con el Alcalde de la Localidad de Mártires y el comandante de la Policía de la zona, Mayor Melo, y algunos padres de familia, donde se les prometió limpiar la zona y garantizar la seguridad de los menores para que retomen sus clases, pero frente a los desaparecidos aún no hay respuesta alguna.

Jairo Rodríguez es enfático para defender a sus estudiantes; asegura que muchos de los menores que provienen del ´Bronx´ nacieron allí; otros son recicladores, otros han tenido que conocer los horrores de un ambiente hostil, donde la droga y el dolor se convierten en el diario vivir; sin embargo, muchos de estos jóvenes ven en su colegio un hogar y lo que más lo inquieta es no saber, sus condiciones actuales dentro de este si se encuentran con vida.

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