Una vida sin límites

Esta es la hisotoria de Álvaro, Diego y Guillermo, tres hombres que, por situaciones inimaginables, se vieron en la necesidad de cambiar el curso de sus vidas.

Por: Janneth Jurado Guerrero

Álvaro, Diego y Guillermo, tres hombres que, por situaciones inimaginables, se vieron en la necesidad de cambiar el curso de sus vidas, llegar a la meta del éxito profesional y personal ahora implica para ellos, desarrollar nuevas destrezas y ser la muestra de que cuando se quiere se puede.

No superaba los 25 años de edad, padre primerizo y con una familia y trabajo, por azares del destino un accidente dejó a Alvaro Zarama con una lesión en la columna, el pronóstico fue que no volvería a caminar. Hoy es el subsecretario de Promoción y Asistencia Social de la Secretaría de Bienestar Social de la alcaldía de Pasto.

“Tener un accidente no me limita para servir a la gente”: Álvaro Zarama.

El futbolista Diego Cortéz Bernal, a pesar de no haber nacido en Nariño es hijo adoptivo de esta tierra, sus jugadas y participación en el Deportivo Pasto le escrituraron un lugar en el corazón de cada hincha, un día sin pensarlo, luego de caer de una gran altura, dijo adiós al astro del balompié y le dio la bienvenida al futuro administrador de empresas y, actualmente, coordinador de discapacidad de la gobernación de Nariño.

“Tengo que vivir, tengo que ser útil, incluso nos hacemos chistes y nos reímos de nosotros mismos”: Diego Cortez Bernal.

La historia de Guillermo Acosta es diferente, no cuenta con un registro visual de cosas tan sencillas para otro ser humano, como los colores, las montañas o la luz, pero su agudeza auditiva y su espíritu luchador lo destacaron en el desempeño académico desde los primeros grados de escolaridad. Su experiencia, vivir en carne propia lo difícil que puede ser no tener uno de los sentidos: la vista. Su empeño desde la Coordinación de Discapacidad en la alcaldía de Pasto, es apoyar con orientación y con su trabajo a las personas que como él asumen retos con las herramientas que cuentan.

“Esperan tanto de nosotros, como de las personas que no tienen una discapacidad, tenemos que acoplarnos a los planes de trabajo”: Guillermo Acosta.

En el campo familiar, las dinámicas de vida cambian, cuando uno de sus miembros pierde la facultad de caminar, ver o hablar, esta situación puede ser motivo para fortalecer la unión familiar, en donde el amor es el que triunfa. El sentimiento de una madre es infinito según Álvaro Zarama, por eso entre sus empeños está ayudar a capacitar y darles opciones a las mujeres que tienen niños con algún tipo de situación de discapacidad.

“Recuerdo que mi mamá me daba la vuelta hasta 10 veces en la noche, no existe un amor tan grande, como el de una madre a un hijo”: Álvaro Zarama.

El hoy campeón de la vida y exitoso tenista en silla de ruedas, Diego Cortéz, también habla sobre cambiarle el concepto a la familia y amigos, no perder jamás el buen humor, pero, sobre todo, vivir para servir, para ayudar a quienes como ellos necesitan de una guía, de una mano que les indique la ruta a la realización de sus proyectos.

“Con un amigo, vendíamos rifas en la calle, había días hermosos, pero conocí lo duro que era trabajar en la calle, los admiro”: Álvaro Zarama.

Estas son más que experiencias, pasan a ser reflexiones sobre las infinitas capacidades de una persona cuando quiere llegar lejos, sin mirar atrás, moviéndose sin caminar, mirando con los ojos del alma, esos sueños de felicidad. Vivir sin límites es una cuestión que nace del corazón y de la mente, de la fe y del trabajo por los demás, que se refleja en uno mismo.

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