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Las columnas que leen los columnistas

Piedad Bonnett, Nicolás Samper, Ricardo Silva Romero y Catalina Ruiz Navarro revelan sus lecturas favoritas.

Por @Lauquiceno

Los domingos son para muchos el día de las lecturas sosegadas. Medios nacionales e internacionales le apuestan a historias de largo aliento, investigaciones y crónicas en sus páginas. Algunos pasamos del tradicional tabloide a la web, pero en esencia queremos encontrar lo mismo que en las ediciones impresas y las gacetas culturales de antes: análisis, puntos de vista diversos y relatos que huyan de la velocidad de las noticias semanales.

Los fines de semana son también para algunos los días de las columnas de opinión. Algunos columnistas tienen su propia ruta de lecturas, en Radio Nacional de Colombia le preguntamos a Nicolás Samper (Publimetro), Piedad Bonnett (El Espectador) Catalina Ruiz Navarro (El Espectador) y Ricardo Silva Romero (El Tiempo) por sus columnas de opinión favoritas. Esto fue lo que nos contaron.

Foto: Óscar Monsalve.

Foto: Óscar Monsalve.

"Me gustan casi todas las mujeres columnistas, pero sobre todo las más audaces, como Catalina Ruiz Navarro, que es contundente y acertada": Piedad Bonnett.

“Yo solo leo dos periódicos, El Tiempo y El Espectador, por considerar que es el tiempo que puedo dedicarle a prensa. Y de vez en cuando consulto periódicos internacionales. Leo un 80 o 90 por ciento de los columnistas de los dos periódicos. A unos pocos jamás los leo, porque me parecen vacuos, frívolos o muy aburridos. Y me gustan muchos, sobre todo de El Espectador. Leo habitualmente aquellos cuyas posturas me simpatizan, pero también leo siempre las columnas de periodistas cuyos puntos de vista casi nunca comparto, como María Isabel Rueda o Mauricio Vargas.

Uno de mis preferidos es Mauricio García, porque sus columnas tienen enfoques novedosos y sustenta muy bien sus ideas. Me gustan casi todas las mujeres columnistas, pero sobre todo las más audaces, como Catalina Ruiz Navarro, que es contundente y acertada, y Aura Lucía Mera por su frescura y cierta desfachatez. También leo a Melba Escobar, que cada vez hace columnas más consistentes, y a Beatriz Miranda, Ana Cristina Restrepo y Ana María Cano. Leo también a columnistas con mucho peso, muy bien informadas y además valientes, como Cecilia Orozco y Cristina de la Torre. Siempre me causa curiosidad leer a Héctor Abad, porque es muy impredecible a la hora de escoger sus temas, y también, por refrescantes en medio de la previsibilidad de los temas políticos, a Juan Esteban Constaín, Santiago Gamboa, Carlos Granés y Julio César Londoño, todos los cuales son originales, y además escriben muy bien, algo que aprecio mucho. A mi amigo Ricardo Silva también lo leo, porque me gustan sus perspectivas tan particulares, aunque a veces me enredo un poco con sus columnas. Finalmente, me gusta leer algunos más especializados, pero que respeto, como Rodrigo Uprimmy y Eduardo Posada Carbó. Ah, y leo a Ramiro Bejarano, porque, aunque me parece un poco monotemático y a veces innecesariamente peleador, me gusta la fuerza de sus columnas. Yolanda Reyes escribe también sobre cosas particulares, tiene una ligera ironía que me gusta, y escribe muy bien. Me faltan algunos, obviamente. Más interesante saber a quiénes no leemos, pero es mejor callarlo”

Foto cortesía Nicolás Samper.

"Cuando un columnista se arriesga a contar historias -Alfredo Molano y sus experiencias, Adolfo Zableh y sus confesiones, Lisandro Duque y sus anécdotas, Andrés Salcedo cuando escribía para el Heraldo (yo no entiendo por qué le quitaron la columna)- me da una gran alegría": Nicolás Samper.

“A veces es complicado encontrar columnistas que cuenten lo que uno quiere encontrar. La mayoría de columnistas apuestan en sus líneas por hablar de denuncias, de política, de intríngulis de poder. Y a ellos por supuesto los leo y con fruición, en especial a Daniel Coronell, que le dio un giro al género a partir de que sus columnas se transforman en denuncias de cada ocho días. Pero cuando un columnista se arriesga a contar historias -Alfredo Molano y sus experiencias, Adolfo Zableh y sus confesiones, Lisandro Duque y sus anécdotas, Andrés Salcedo cuando escribía para el Heraldo (yo no entiendo por qué le quitaron la columna)- me da una gran alegría. Porque es apostarle a eso: a conquistar, a seducir a través de las historias. Es como si el que escribe sintiera que, sin importar su público, es importante echar un cuento que hacer una típica conjetura sobre política. Y esa es una apuesta que yo agradezco. Me gusta mucho más la versión Ricardo Silva del País de España que la de El Tiempo siendo ambas versiones brillantes. Me gusta Antonio Caballero cuando destila amargura y humor negro (es el mejor columnista del país). Me gustan Juan José Millás, Santiago Segurola y John Carlin. Pero también hay contadores de historias que me aburren profundamente como Juan Esteban Constaín o Poncho Rentería. Uno, por denso; el otro por light”

Foto: María José Sesma.

Foto: María José Sesma.

"Los leo porque me estimulan intelectualmente y me ayudan a ver distintos ángulos de un problema": Catalina Ruíz Navarro.

“Algunos nombres, entre muchos: Tatiana Acevedo, Mauricio Albarracín, María Paula Saffon, Rodrigo Uprimny, Catalina Uribe, Yolanda Ruiz, María Teresa Ronderos en El Espectador, y me encanta lo que están haciendo con La Pulla. También me gustan Mónica Roa en Ámbito Jurídico, María Jimena Duzán en Semana; Carolina Sanín; Laura Gil en El Tiempo, Tatiana Dangond en El Heraldo, Juliana Gutiérrez en Sentido Web, también leo muchos estatus de Facebook que, aunque no son columnas son buenas piezas de opinión.

En México leo a Estefanía Vela, Tamara de Anda y Catalina Pérez Correa en El Universal, Catalina Pérez Correa, Daniel Moreno en Animal Político, Marcela Turati en Más por Más, Carmen Aristegui en Reforma, Marta Lamas en Proceso; Marta Lamas en Proceso, Emily Nussbaum en The New Yorker y el programa de Samantha Beeen. Los leo porque me estimulan intelectualmente y me ayudan a ver distintos ángulos de un problema. También es evidente que la mayoría son progresistas y feministas, y hay muchas mujeres porque hay muchas buenas columnistas tanto en Colombia como en Latinoamérica”

Foto: Camilo Rozo.

Foto: Camilo Rozo.

“Leo siempre a Carlos Arribas en El País (España)": Ricardo Silva Romero.

“Leo siempre a Carlos Arribas en El País (España). Y a los demás columnistas del mundo, que hay tantos tan buenos, los leo según los temas que me estén interesando cada semana. De aquí leo juiciosamente a muchísimos, pero voy a limitarme a los columnistas que hablan de política en términos directos: de las revistas y de los periódicos nacionales, por ejemplo, leo a Daniel Samper Ospina, a Juan Esteban Constaín, a Antonio Caballero, a Yolanda Reyes, a Daniel Coronell, a María Jimena Duzán, a Luis Noé Ochoa, a Héctor Abad, a Piedad Bonnett, a Mauricio García Villegas, porque me parecen maestros cada uno en lo suyo, y también a Margarita Rosa de Francisco, Nicolás Samper, a Andrés Hoyos, a Claudia Morales, a Moisés Wasserman, a José Fernando Isaza, a Yohir Akerman, a Melba Escobar, a Diego Aristizábal, a Ricardo Bada, a Mauricio Pombo, a Aura Lucía Mera, a Patricia Lara, a Carlos Granés, a Rodrigo Uprimny, a Mauricio Albarracín, a Alfonso Cuellar, usualmente porque me gusta mucho cómo escriben y cómo llaman a la sensatez. Y el problema con esta pregunta es que van apareciendo más y más por el camino, y que han debido ser mencionados desde el principio, cuando uno lo piensa con cuidado: Cecilia Orozco, Cecilia López, María Elvira Samper, María Isabel Rueda, Ramiro Bejarano, Ana Ruiz, Carolina Sanín, Adolfo Zableh, Paola Guevara, María Antonia Pardo, Mauricio Vargas, Fernando Quiroz, Jorge Espinosa. En conclusión, estamos llenos de columnistas dignos de admirar. Y es cuestión de tiempo, el que me tomado yo hoy, por ejemplo, para darme cuenta de que uno los lee más de lo que cree, más de lo que piensa que los lee"

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