Una orquesta sinfónica sin director: ¿Mito o realidad?
Dentro del complejo y fascinante mundo de la música clásica, como popularmente se designa al universo de la música erudita o académica, la figura del director de orquesta encarna, sin lugar a dudas, uno de los ejercicios más sofisticados. El despliegue exitoso de este exigente oficio requiere de una mente brillante, memoria prodigiosa, dedicación a toda prueba, dominio técnico impecable y un talento particular para relacionarse con las personas, sus músicos, que de su parte como cabeza artística, deben recibir el conocimiento absoluto de las obras, además de impulso, estímulo e inspiración constantes, en medio, idealmente, de respeto y genuina amabilidad. Más allá de que los directores de orquesta logren exhibir esta especialísima lista de atributos, toda orquesta sinfónica debe tener un director, al menos las tradicionales.
Pero este requerimiento ha empezado a omitirse desde hace unos cuantos lustros, gracias a la aparición de orquestas sin director. ¿La razón? En opinión de muchos, el papel del músico de orquesta suele convertirse en una mera ejecución, ausente del aporte artístico y riqueza personal que recibe, por ejemplo, la música de cámara con toda su cautivadora variedad. Es el caso de la muy prestigiosa y reconocida Orpheus, a la cual hemos tenido la inmensa fortuna de ver en nuestro país, con toda su maestría, profesionalismo y respeto fundamental por la música; o de BandArt, o de Spira Mirabillis, por mencionar algunas. Y, para fortuna del crecimiento de la vida artística en nuestro país, existe ya desde hace un año una orquesta sin director en Colombia. Se trata de BCO – Bogotá Chamber Orchestra, un proyecto encarnado por jóvenes músicos y liderado por estudiantes y egresados del Conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia.
Bogotá Chamber Orchestra, ha presentado 5 montajes diferentes en los ultimos 12 meses, la BCO, acudiendo a la premisa fundamental de una práctica musical históricamente informada, ha revolucionado en su estructura el limitado papel de integrante de orquesta, convirtiendo a cada miembro en un artista activo e involucrado genuinamente con cada obra, y derrumbando las complicadas jerarquías que se han instalado por siglos dentro de estos particulares cuerpos humanos.
El público capitalino tendrá la especial ocasión de ver el último trabajo de la BCO este martes 24 de mayo, a las 7:30 p.m., en el auditorio Fabio Lozano, que ofrecerá la pieza ‘Ajedrez’, del compositor colombiano, recientemente fallecido, Jesús Pinzón Urrea; y de Ludwig van Beethoven la obertura ‘Las criaturas de Prometeo’ Op. 43, y la Sinfonía No. 2 en Re mayor, Op. 36.
Escuche la ampliación de este evento en la entrevista que concederá a la Radio Nacional de Colombia Carlos Andrés Parra, violista y miembro fundador de la BCO, en Señal Clásica, hoy lunes 23 de mayo a partir de las 9 p.m.
