Las marchas en Manizales transcurrían con tranquilidad desde las 9 de la mañana, con una participación de alrededor de 300 personas. Sin embargo, sobre la 1 de la tarde algunos manifestantes derribaron la estatua de Francisco de Paula Santander, que está ubicada a dos cuadras del centro de la ciudad.
Desde la Central Unitaria de Trabajadores rechazaron el hecho y señalaron que esto no representa el sentir de la movilización pacífica.
“No entender la importancia de Santander en la construcción de una nación, hace parte del problema que buscamos cambiar por medio de la movilización y los proyectos de ley, desde la Central no estamos de acuerdo con este acontecimiento que deslegitima nuestra lucha diaria”, sostuvo Giovanni Cruz, representante sindical.
Por su parte, la secretaria de Gobierno de Manizales, Diana Mejía Grand, se refirió a la actuación de las autoridades frente a este hecho. “Se trasladaron dos personas para judicializarlas por posibles daños al monumento de Francisco de Paula Santander y se pusieron a disposición de la autoridad competente”, indicó.
Para el historiador caldense Pedro Felipe Hoyos, este prócer fue un hombre clave en el devenir de democracia y la esencia del republicanismo colombiano. Además de destacarlo como “fundador de la patria en todo sentido” en sus roles como militar, político, legislador y presidente.
“Un hombre sin el cual no podríamos hablar de Colombia como república. Para Manizales un hombre que le da el nombre a la avenida principal de la ciudad. Aquí el vandalismo y la estupidez le dieron una bofetada a la ciudad. ¿Qué ganan, qué aportan con esta destrucción? Muy complejo”, cuestionó el académico.
Paula Londoño Vallejo, directora ejecutiva de la Asociación Centro Histórico de Manizales, aseguró que este lunes se había reunido con la Policía de Turismo y funcionarios del Instituto de Cultura y Turismo, quienes manifestaron su preocupación por los monumentos del centro de la ciudad y cómo se podrían ver afectados con las movilizaciones.
“Como siempre lo he dicho, no podemos negar nuestra historia. El que niega la historia tiende a repetirla. Tenemos que cuidar nuestro patrimonio, nuestros monumentos y nuestras esculturas y no podemos atentar contra ellas. Estábamos muy preocupados por las marchas de hoy y efectivamente afectaron parte del patrimonio”, dijo la funcionaria.
Respecto a las implicaciones legales de este hecho, el abogado y defensor de derechos humanos, Rubén Cuervo, explicó que esta conducta se puede calificar como daño en bien ajeno y al patrimonio público, un delito estipulado en el Código Penal. Aún así, señaló que hay que recordar el contexto de los hechos.
“Es un descontento social y unos procesos de reestructuración de problemáticas sociales que lo que van a hacer es que esto se pueda encauzar dentro de un tema de protesta social; sin embargo, legalmente no está permitido hacerlo”, sostuvo el jurista.
La estatua de Francisco de Paula Santander había sido intervenida en 2020 en un proceso de mantenimiento y limpieza que incluyó 24 imágenes de la ciudad.