BID hizo un llamado para priorizar la situación de Venezuela

El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, aseguró que la crisis en Venezuela es un asunto de urgencia para la región.

Este martes desde Guayaquil (Ecuador), durante la Asamblea Anual de Gobernadores del BID, los miembros de las 48 naciones participantes, hicieron una reivindicación a la necesidad de asistencia para atender el peso humanitario y económico de la migración venezolana en los países receptores.

Durante la sesión inaugural de la sexagésima reunión del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el presidente del organismo, Luis Alberto Moreno, aseguró que los venezolanos enfrentan un índice de pobreza por ingreso del 94 %. "La región tiene urgencias, pero ninguna es mayor que poder revertir el deterioro de Venezuela. Ese país ha retrocedido de manera abismal", expresó Moreno.

Así mismo reconoció que en América Latina y el Caribe "las buenas tasas de crecimiento son todavía esquivas", por lo que se espera una expansión de la economía por debajo del 2 %. El Banco Mundial, por ejemplo, estima que el crecimiento de América Latina y el Caribe, exceptuando Venezuela, sea de 1,7% en 2019. En enero el organismo había previsto una expansión de 2,1 %.

Por su parte la vicepresidente Marta Lucía Ramírez, destacó los desafíos que representa la migración venezolana, reconoció los esfuerzos de los gobierno locales, y el trabajo conjunto con el BID, sin embargo, enfatizó que se necesitan más proyectos para crear empleo, proveer educación, salud e inclusión.

"Es necesario que entre todos recibamos esta migración venezolana, para permitirles que se reincorporen realmente a nuestras sociedades y que sus hijos y mujeres, que llegan buscando un sistema de salud, encuentren en nuestros países esa solidaridad", afirmó Ramírez, quién indicó que esta migración le ha costado al país medio punto del PIB.
Así mismo, el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, señaló que en su país viven alrededor de 500.000 migrantes de esa nacionalidad. "Esta situación ya está superando la capacidad de acogida de mi país", aseguró. Además manifestó que anualmente a Ecuador le cuesta unos "500 millones de dólares" atender a los migrantes.

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