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El oro y su poder curativo para indígenas de la Amazonía

El oro, desde la visión indígena, hace parte de algunos órganos del mundo, decora ese cuerpo universal y su dueño son los espíritus que lo trajeron para formar un ecosistema de luz, el que sería la nueva tierra del hombre y los animales”: sabedor Améjimínaa, Jesús Takequiitec.
Carolina Bustamante e Ivon Cueto

 

Escucha aquí el reportaje sonoso

 

En medio de la maloca, al son de rituales y mambeo, un mayor explica que “la historia del origen cuenta que el oro y los demás minerales que se hayan en la madre tierra tienen su inicio en el Sol, la Luna y las estrellas; por lo tanto, los principios de la minería son provenientes de estos planetas. Son rastros de relaciones astrológicas que quedaron en la tierra y señales que formaron el planeta, permitiendo conocer su edad”.

También explica que las afectaciones a los ríos implican una pérdida de energía que, según el conocimiento ancestral indígena, debilita y limita el conocimiento y genera enfermedades y contaminación de los seres vivos. Igualmente afirman que los espíritus se enojan y la madre tierra toma medidas contra quienes le hacen daño.

El oro era necesario en la tierra porque produce la luz que espanta las tinieblas y así que el hombre tuviera chagra y calor para sembrar yuca y frutales. Pero también los espíritus lo trajeron para combatir las enfermedades y por eso ellos son los únicos dueños de las minas del mundo y, por tanto, son lugares sagrados, porque ese elemento tiene una función curativa en el mundo.

“Se trata de un material luminoso que genera reflejos y los chamanes lo utilizan para sanar enfermedades y guardarlas de manera que no afecten la comunidad. Sin embargo, para poder hacer uso de sus principios curativos, se debe pedir permiso y seguir una dieta especial”.

Razón suficiente según el gobernador del Cabildo Tigua en Leticia, Chajnesin Cuellar, para que la explotación o extracción de oro en el territorio esté prohibida para los indígenas. Y cuando existen áreas que están perdiendo su energía natural, esto genera un desequilibrio en la madre tierra y afluentes, lo que impide predecir asertivamente el ciclo anual de la tierra.

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¿El orden social y la minería se pueden separar?

Para los indígenas existe una relación tácita entre ambos por las causas que la producen. Vivir en territorios ricos en minerales genera desdicha para las comunidades porque se enfrentan a la necesidad de explotación versus su deber de protección de estos.

Señalan dentro de su cosmovisión que, incluso “los chamanes lo usan para su propia defensa, pero no puede tenerlo en su casa porque la energía de ese mineral puede afectar a todo su hogar e incluso causarles la muerte. En el pasado, algunas veces, construíamos nuestras malocas en sitios o lugares donde había minerales y, por lo tanto, se producían epidemias, muertes.

Para los indígenas el oro debe ser utilizado con precaución, y más por parte de población joven, porque sin conocimiento ni monitoreo, ese mineral al igual que otros de la cadena de piedras preciosas, puede tener impactos negativos en su cultura.

De lo anterior se derivan los pactos entre líderes de comunidades étnicas en busca de proteger sus tribus y la naturaleza y evitar accidentes geográficos, deslizamientos, temblores, veranos e inviernos prolongados, crecientes y mermas de los ríos, a través de la sabiduría de sus chamanes y sus visiones.

“La sabiduría reconoce que el manejo étnico y los valores culturales no son diferentes al mundo ni a sus riquezas. Se da el valor suficiente a cada riqueza del territorio”, explica Takequiitec.

Así entonces, ratifica el gobernador que “la extracción de oro debilita la energía de la tierra y eso se ve reflejado en el éxodo de especies de zonas afectadas, ecosistemas arruinados y áreas que se están quedando sin vida, porque el oro que se mantiene en el fondo de los ríos está ligado a la energía del mundo acuático”.

La extracción de este mineral por medio de balsas y dragas afecta el mundo del agua amazónica. Es así como peces, todo tipo de animales y plantas, se ven perjudicados por la contaminación proveniente de los desechos de esa actividad, como el mercurio.

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