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Biden llega al Congreso con mensaje de "unidad" y planes para los "olvidados"

El presidente recordará que hace dos años el país se tambaleaba por la pandemia pero se ha creado un récord de 12 millones de nuevos empleos y la tasa de desempleo es la más baja de los últimos 50 años.
Discurso de Biden sobre estado de la Unión ante el Congreso
Foto de referencia: Twitter Joe Biden
Eva Rodríguez Lorenzo / AFP

Joe Biden llamará este martes a los republicanos a "trabajar juntos" por un país donde la democracia, aunque "magullada", permanece "inquebrantable", durante el discurso sobre el estado de la Unión ante el Congreso, al que lleva planes económicos para los obreros "olvidados", los que "se han quedado atrás".

"Luchar por luchar, el poder por el poder, el conflicto por el conflicto, no nos lleva a ninguna parte", afirmará el presidente demócrata a sus "amigos republicanos", a quienes invita a "trabajar juntos", según fragmentos del discurso difundidos por la Casa Blanca.

Biden, de 80 años y que según sus asesores prevé presentarse a la reelección en 2024, insistirá en que se propone "recobrar el alma de la nación", la "columna vertebral de Estados Unidos: la clase media, la unidad del país". 

El presidente recordará que hace dos años el país se tambaleaba por la pandemia pero se ha creado un récord de 12 millones de nuevos empleos y la tasa de desempleo es la más baja de los últimos 50 años.

Pero por el camino han quedado los "olvidados", a quienes el presidente se dirigirá a las 21H00 (02H00 GMT del miércoles).

"Los olvidados"

"Mi plan económico es invertir en lugares y personas que han sido olvidados", que "se han quedado atrás o han sido tratadas como si fueran invisibles" en medio de la agitación económica de las últimas cuatro décadas.

Desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2021, Biden impulsó reformas y programas de inversiones colosales. 

Es "un plan de cuello azul para reconstruir Estados Unidos", dirá refiriéndose a los obreros. Sabe que millones de telespectadores siguen en directo este discurso, un ritual político en Estados Unidos salpicado, como siempre, de los aplausos de sus filas y muecas del campo contrario: en este caso los republicanos.

Es posible además que presuma de liderar la ayuda a Ucrania en la guerra contra Rusia. Lo hará por segunda vez delante de la embajadora ucraniana, Oksana Markarova, quien el año pasado recibió una ovación en pie de los presentes.

China, su prioridad de política internacional como rival estratégico, le está dando más dolores de cabeza que de costumbre. Poco antes del discurso estaba previsto que el jefe de la diplomacia viajara a Pekín, pero la visita se aplazó después de que Washington detectara un globo chino que sobrevolaba territorio estadounidense. 

La Casa Blanca lo derribó días después, convencido de que el aparato estaba destinado al espionaje, un episodio que ha tensado las relaciones entre ambas potencias.

Violencia policial

Puertas adentro tampoco le faltan problemas. La violencia policial es uno de los que abordará con la presencia de los padres de Tyre Nichols, un afroestadounidense muerto a manos de la policía.

La posesión de armas será otro de los temas que probablemente aborde, frente a uno de los "héroes" que tanto gustan en Estados Unidos: Brandon Tsay, quien desarmó al autor de un tiroteo mortal contra la comunidad asiática en California.

Entre los invitados de la primera dama, Jill Biden, para el discurso destaca el cantante Bono, como activista de la lucha contra el sida, una mujer que casi se muere de un aborto espontáneo porque los médicos se negaron a atenderla por miedo a infringir una ley que restringe la interrupción del embarazo, el padre de una víctima de una sobredosis de fentanilo, una pareja de lesbianas y supervivientes del cáncer, un tema doloroso para el presidente que ha perdido a un hijo por esta enfermedad.

Hace un año, cuando pronunció su primer discurso, su partido controlaba la Cámara de Representantes pero ahora está en minoría, después de que los republicanos le arrebataran el control en las elecciones de mitad mandato de noviembre.

Y los republicanos le han declarado la guerra política. Por el momento se niegan a aumentar el techo de la deuda y evitar que la primera economía mundial caiga en un default catastrófico, y han emprendido un embate parlamentario sobre temas como la crisis migratoria en la frontera con México.

Con todo, el nuevo jefe conservador de la Cámara Baja, Kevin McCarthy, que se sentará detrás de él, aseguró que "respeta al bando contrario" y descartó romper en pedazos el discurso como hizo en 2020 su predecesora demócrata, Nancy Pelosi, con el expresidente republicano Donald Trump, quien ya ha anunciado que entrará de nuevo en carrera por la Casa Blanca.

"El estado de la unión es más débil y las familias estadounidenses están sufriendo por culpa de Joe Biden", afirmó no obstante la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel.

En cualquier caso, el presidente hablará a sabiendas de que las encuestas son desfavorables. 

El 62% cree que "no ha hecho mucho" o "casi nada" y dentro de los votantes demócratas el 38% quiere a otro candidato para 2024, según una encuesta del Washington Post/ABC. 

Otro sondeo, de CBS/YouGov, preguntó a los estadounidenses que eligieran el término que mejor describía "el estado" de su país. En lo primero que pensaron fue "dividido" (62%), seguido de "en declive" (49%) y "débil" (41%). Lejos queda "fuerte" (13%), "próspero" (11%) y "unido" (10%).

Pero es poco probable que Biden se deje amilanar. Está acostumbrado. Ya le predijeron una derrota descomunal en los comicios de noviembre pasado que se quedó en una predicción fallida.

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