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Murió Guillermo Fischer, un ícono de la arquitectura colombiana

El mundo de la arquitectura colombiana está de luto por la muerte del arquitecto Guillermo Fischer Muñoz, quien falleció ayer martes, a sus 66 años de edad.
Murió Guillermo Fischer, reconocido arquitecto colombiano
Foto de UNAL
Paula Aguirre

El mundo de la arquitectura colombiana está de luto por la muerte del arquitecto Guillermo Fischer Muñoz, quien falleció ayer martes, a sus 66 años de edad. De ascendencia estadounidense y alemana, Fischer deja una profunda marca en la arquitectura colombiana a lo largo de más de 30 años de carrera. Con un vasto repertorio de proyectos comerciales, institucionales y de vivienda en su haber, se convirtió en un referente de la disciplina en Colombia.

Durante su carrera diseñó una amplia gama de proyectos, desde viviendas y edificios comerciales hasta instituciones públicas, entre ellos las aulas de Ciencias de la Universidad Nacional. Sus diseños se caracterizan por una rica amalgama de conceptos, y eso se ve reflejado en numerosos reconocimientos a lo largo de su carrera, entre ellos el Premio de la XX Bienal de Arquitectura, en la categoría de Arquitectura de Interiores, otorgado por la Sociedad Colombiana de Arquitectos por su trabajo en el proyecto Crepes & Waffles en la Avenida 19 con 120, en Bogotá, en 2006. Un año antes esta misma edificación fue destacada con el Premio Lápiz de Acero, por su diseño de interiores.


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En 2007, la XVIII Bienal de Arquitectura reconoció sus proyectos del Parque de La 60 y del Restaurante WOK 118, y su contribución al proyecto Edificio 587 en Bogotá fue seleccionada en la edición XX del mismo evento.

Guillermo Fischer creía que la arquitectura debe ser más que una mera construcción. Su objetivo era crear espacios que fueran placenteros y evocadores, que despertaran los sentidos y crearan una conexión con el entorno natural. La obra de Fischer es una invitación a reflexionar sobre la naturaleza de la arquitectura, no sólo en tanto forma y función sino también como experiencia sensorial.

Así lo recuerda Marcela Angel, arquitecta colega y amiga “conocí a Memo… Fue un arquitecto sobresaliente, una persona sensible, muy aguda, inteligente, con gran sentido del humor y con visión crítica del quehacer de los arquitectos en Colombia. Un profesional y arquitecto muy completo, como diseñador, como profesor, miembro activo de la sociedad colombiana de arquitectos. Es una gran pérdida para todos nosotros”.

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