Conozca los beneficios tributarios de tener un carro eléctrico en Colombia
Los carros eléctricos se han convertido en una de las opciones más atractivas a nivel mundial y Colombia no es la excepción. Cada vez más modelos llegan al mercado nacional, impulsados no solo por sus beneficios ambientales, sino también por una serie de incentivos tributarios y regulatorios que facilitan la transición hacia una movilidad sostenible. Estas medidas, promovidas por el Gobierno en los últimos años, buscan modernizar el parque automotor, reducir la contaminación y acelerar la adopción de nuevas tecnologías en el país.
¿Qué impuestos pagan menos los carros eléctricos?
Uno de los alivios más significativos es el impuesto vehicular reducido, que para los vehículos eléctricos no supera el 1 % del valor comercial. Es una tarifa notablemente más baja que la de los automóviles a combustión, que puede alcanzar el 3,5 %.
En varias ciudades, además, estos vehículos gozan de exención de pico y placa, un incentivo que depende de cada administración local, pero que se ha convertido en un argumento clave para impulsar la movilidad cero emisiones.
¿Cómo opera la exención del IVA en los carros eléctricos?
El beneficio tributario más atractivo para muchos compradores es la exención total del IVA, que supone un ahorro inmediato del 19 % sobre el valor del vehículo.
Este incentivo aplica tanto para la importación como para la comercialización de carros eléctricos en Colombia, lo que ha favorecido la llegada de más marcas, modelos y precios competitivos al mercado nacional.
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¿Los carros eléctricos tienen aranceles reducidos?
Sí. Los vehículos eléctricos ingresan al país con aranceles reducidos, una medida del Gobierno que rebaja los costos de importación y estimula la ampliación de la oferta disponible.
Gracias a esta política, el mercado ha mostrado una mayor diversidad tecnológica y mejores oportunidades de compra para los consumidores.
¿Qué otros beneficios reciben los propietarios?
Más allá de los impuestos, los dueños de un carro eléctrico acceden a ventajas adicionales, entre ellas:
Descuentos en el SOAT, establecidos para promover la seguridad vial y fomentar el uso de tecnologías limpias.
Mantenimiento más económico, debido a la ausencia de componentes tradicionales como aceite, filtros o sistemas de combustión.
Incentivos regionales, que pueden incluir tarifas preferenciales en parqueaderos públicos, acceso a zonas de carga y facilidades en movilidad urbana.
El propósito central es acelerar la transición energética, disminuir la dependencia de combustibles fósiles y cumplir las metas nacionales de reducción de emisiones. Estos beneficios se complementan con la expansión de la infraestructura de carga, el crecimiento del ecosistema de energías renovables y el fortalecimiento de políticas para impulsar un futuro con movilidad más limpia y eficiente.