Un mes del paro nacional: ¿cuál es el panorama hasta el momento?

En conversación con Señal de la Mañana de Radio Nacional de Colombia, el sociólogo y profesor de la Universidad Nacional, Rosembert Ariza, afirmó que el balance negativo de las manifestaciones han sido las pérdidas económicas, las consecuencias en materia de salud pública y el incremento del desempleo.

Sin embargo, señaló que las movilizaciones han logrado visibilizar un problema estructural de fondo que ha sufrido el país desde hace muchos años.

“El Gobierno ha tenido que enfrentar una problemática social que estaba escondida. Hay un problema social muy profundo de pobreza, de desempleo juvenil, de falta de oportunidades y de un montón de personas en este país que todos los días se acuestan con solo dos comidas. Así mismo, la pandemia los ha precarizado”, expresó Ariza.

Indicó que la crisis social no se soluciona otorgando concesiones, sino planteando políticas públicas en materia estructural que permitan mitigar profundamente las problemáticas sociales que está viviendo la sociedad colombiana.

El sociólogo manifestó que el Gobierno se ha equivocado al pensar que, en algún momento, la movilización se iba a desgastar por el cansancio. Comentó que, por el contrario, el paro nacional se ha ido fortaleciendo en la medida que se radicaliza la posición del Ejecutivo.

“Los propios organizadores no dimensionaron que esto llegaría a los sectores sociales populares y, que allí, empezaría la primera línea y la resistencia de la base social y popular”, dijo Ariza.

Resaltó que la dispersión de los distintos sectores que se movilizan, lo que demuestra es que hay una gran cantidad de demandas sociales que deben entrar en la agenda política del Gobierno Nacional.

“La agenda del Comité es de urgencia, pero hay que hacer una agenda por el país, y esa agenda va a tener que escuchar a sectores que nunca hemos tenido en cuenta”, puntualizó.

Ariza enfatizó en que el Gobierno Nacional no puede atender la situación como si fuera una alteración de orden público o una guerra urbana, porque lo único que podría provocar es que las marchas continúen, que aumente la desconfianza de los ciudadanos en las instituciones y que se prolonguen las confrontaciones.

“Eso le da una ventaja al paro, porque también se está reorganizando en medio de las demandas que pueden aparecer y los sectores que se van a ir sumando. Y muy seguramente, si el paro se mantiene, la economía no va a soportar y vamos hacia la quiebra del país”, añadió.

Aseguró que la falta de articulación del Gobierno Nacional con los gobiernos locales también ha impedido una apuesta común que permita solucionar la crisis social.

El experto sostuvo que el país tendrá un antes y un después tras este paro nacional, teniendo en cuenta que de aquí en adelante cualquier demanda social deberá asumirse y solucionarse mediante políticas públicas de fondo.

“Creo que la sociedad va a demandar que se tomen decisiones de fondo frente a estos problemas estructurales. Además, vamos a tener una movilización pacífica más fuerte”, advirtió.

Dijo que lo que está ocurriendo en Colombia se debería catalogar como un ejercicio de desobediencia civil generalizada porque, a pesar de las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria, las personas salen a manifestarse.

Finalmente, Ariza declaró que, a pesar de todos los problemas de vandalismo y excesos de la Fuerza Pública que se han presentado, el paro nacional ha sido una oportunidad de aprendizaje, tanto para los manifestantes como para las instituciones del Estado.

“La movilización ha generado que los manifestantes amplíen su repertorio de lucha e innoven en la movilización y, al mismo tiempo, ha llevado a las propias instituciones del Estado a aprender a manejar una situación que desconocían anteriormente”, concluyó.