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Gerardo Meneses: historias de campo y pueblo para niños de América Latina

Desde su natal Pitalito, en el sur del Huila, el escritor construye historias que relatan desde el amor hasta la guerra, y que identifican a miles de niños en todo el continente.
Escritores colombianos
Foto: Colprensa
Rafael Trujillo

Invitado especial a la Feria Internacional del Libro en Bogotá, FILBO, el escritor huilense Gerardo Meneses Claros se ha convertido en una de las figuras más notables de la literatura infantil de América Latina, con 23 títulos publicados en cinco países, varios premios a sus espaldas y múltiples relatos que mezclan la fascinación por las historias construidas por niñas y niños en el campo y en los pequeños pueblos de cualquier rincón de Colombia.

En medio de esa mirada más allá de las fronteras del país, a Gerardo Meneses se le puede encontrar con facilidad en Pitalito, su tierra natal, donde -como él mismo comenta- aún es posible ir a pie de la casa al trabajo o para visitar a familiares y amigos.

Esa cercanía, que define como “la elementalidad de un pueblo”, es la que le permite conectarse con la esencia de las personas, en especial de los niños, y con el colorido de los paisajes, y que recoge en títulos tan sonoros como “Danilo danilero, cabeza de velero”, “Una bicicleta de tres puestos y otros relatos de vacaciones”, y en la trilogía “El rojo era el color de mamá”, “La luna en los almendros” y “Bajo la luna de mayo”, en los que aborda el conflicto armado en Colombia.

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Precisamente, una de las conversaciones en las que participará en la FILBO, junto a Marcela Escovar y Carlos Agudelo será “acerca de escribir sobre los niños y los asuntos que ocurren en el campo de Colombia, no en las ciudades”.

“Me eduqué en capitales”, señala Meneses, para agregar enseguida: “Pero volví, y eso fue un primer acercamiento a estar en un pueblo tranquilo”.

El autor considera fundamental estar en contacto con la gente y la naturaleza. “Poder ir a una finca, muy cerca de las montañas, los árboles, el río, que no haya por un momento señal en el celular. Eso te nutre, y lo traspasas a la experiencia de la escritura. Además, como he sido maestro de niños, muchos de mis estudiantes se volvieron protagonistas de esas historias”, cuenta el escritor.

Y añade: “Soy de cercanía de amigos, de la presencialidad. No tengo redes sociales; prefiero ver a las personas para reunirnos, para hablar y reírnos”.

De esa forma nació “Danilo danilero, cabeza de velero”, su primera obra. Meneses recuerda que “me asignaron a una escuela por tres meses. Como no había libros, decidí escribirles a los estudiantes pequeños cuentos cada día. Esos cuentos después participaron en el premio Fomcultura. Y así comenzó todo”.

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Su carrera literaria no solo le ha merecido diferentes premios dentro y fuera del país. Meneses acaba de ser escogido en representación de Colombia para hacer parte del grupo de escritores en calidad de docentes en el segundo Seminario Latinoamericano para creadores de literatura infantil y juvenil en México, organizado por la Fundación SM y la Fundación para las Letras Mexicanas.

En el evento participarán también Antonio Orlando Rodríguez, de Cuba; María Baranda y Andrea Fuentes, de México; Andrés Montero, de Chile, y Nando López, de España.

Y “La página escrita”, la revista literaria de las Fundaciones Jordi Sierra i Fabra, de España, le dedicó doce páginas en su edición de abril para contar cómo es la tarea creativa de Gerardo Meneses.

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Aunque reconoce variadas influencias y lee a diario a diferentes escritores, destaca a Juan Rulfo y a Jairo Aníbal Niño como fundamentales en su obra, que sigue creciendo: a finales de año habrá una nueva historia para los niños de Colombia y más allá de las fronteras nacionales.

“Uno es adulto, habla, se comporta y vive como adulto, pero se escribe para niños”, concluye Gerardo Meneses. “Tienes que subirte al nivel del niño y escribir desde su alma. Transformarte para tener la franqueza que tiene un niño”.

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