David Parales, el hombre que trajo el arpa a Colombia

Antes de la década del 50 el joropo era tocado en el Oriente colombiano con maracas, bandola y cuatro.

Fue hasta 1959 con la llegada de un joven colombiano que vivía en el estado de Apure- Venezuela, David Parales, que el arpa se convertiría en el instrumento más visible de este género. En este año llegó la primera arpa a Villavicencio en el Meta.

“Soy de Arauca y en la época de la violencia nos mudamos al estado de Apure en Venezuela, luego llegamos a Arauca y yo me enamoré del arpa en quinto de primaria. Mi padre tuvo que comprarme el instrumento y fui autodidacta, me decían el niño prodigio porque no había más arpistas en el departamento”, señala David Parales.

Parales junto a Miguel Ángel Martín, compositor de Carmentea, fueron pioneros de la Academia Folclórica del Meta.

“El arpa le dio un vuelco total al joropo porque es un instrumento angelical, el sonido del arpa es extraordinario por encima de la bandola, del bandolín. El sonido del arpa se hizo para el joropo, lo entendieron primero los venezolanos, ya en el 62 el arpa empezó a sonar por todo el país con la música llanera. El maestro Ángel Custodio Loyola, Los Hermanos Oropeza fueron los grandes compositores de esa época”

Escéptico de las fusiones en el joropo, este arpista señala que las escuelas de música en Casanare, Arauca, Meta, Bogotá y Boyacá mantendrán la esencia del folclor en el país.

Desde la década de los 60 el arpa selló un compromiso eterno con los ritmos del Oriente colombiano y desde 1959 David Parales y los Copleros de Arauca cambiaron el tradicional violín y cuatro e introdujeron el arpa a las melodías de estos instrumentos.

“El arpa es mi amor, es mi confidente, mi novia y mi amante"