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‘Fiesta en mi pueblo’: la canción del maestro Julián Vargas que cruzó fronteras

Esta es la historia de una de las canciones más reconocidas de la discografía de Rodolfo Aicardi, que fue inspirada en Aguachica, Cesar.

Por: Eveling Rico

Esta es la historia de una de las canciones más reconocidas de la discografía de Rodolfo Aicardi, que fue inspirada en Aguachica, Cesar.

Entre 1974 y 1975 el maestro Julián Vargas escribió la canción ‘Fiesta de mi pueblo’, que inicialmente se llamó ‘16 de agosto’ (fecha de las fiestas patronales de Aguachica) y que grabó en versión instrumental con su agrupación en 1980. En ella menciona a personajes conocidos de su natal Aguachica, involucrados en la cultura y el folclor de la región.

Pero lo que el maestro nunca imaginó es que su canción no solo se convertiría en el segundo himno de los morrocoyeros (como se denomina a los habitantes de Aguachica), sino que cruzaría las fronteras del municipio y de Colombia, en la voz de Marco Tulio Aicardi Rivera, más conocido como Rodolfo Aicardi, reconocida figura de la música tropical.

Esa aventura empezó como muchas, donde un joven y talentoso Julián tocó las puertas de las más importantes disqueras de la época ubicadas en Medellín, llevando bajo el brazo sus mejores canciones y sus sueños de dar a conocer estas obras.

“Yo estuve por Discos Fuentes y Codiscos muchos años atrás y no pase de la puerta. Yo con el ánimo de mostrar mis canciones y no me dejaron entrar”, cuenta el maestro Vargas Saldaña.

En Bogotá sus composiciones fueron acogidas y empezaron a ser grabadas. Para el año 1987, el maestro Julián recibió una llamada inesperada de Hernán Colorado de Discos Fuentes, estaban grabando el próximo disco de Rodolfo Aicardi y necesitaban un tema de pueblo, que uniera a la gente alrededor de sus personajes.

El maestro Vargas le cantó un fragmento por teléfono y Colorado quedó convencido de que ese era el tema que necesitaban. Tiempo después estaba viajando a Medellín para realizar la grabación. “Tenía mis dudas de que eso fuera a pegar porque era muy regional, mencionaba personajes de Aguachica. Pero la gente lo aplicó a su propio pueblo y a su región”, señaló Vargas.

Explica que Rodolfo Aicardi fue un gran interprete, pues conservaba el sentimiento melódico de la costa ya que era nacido en Magangué (Bolívar). Para el maestro Julián, Aicardi hizo una maravillosa interpretación de su canción. Cuenta que no tuvo mucho contacto con él antes o después de la grabación del disco a parte de un encuentro casual en Discos Fuentes, donde el interprete se expresó muy molesto con la disquera. Al parecer tenían sus diferencias.

Pero las anécdotas con ‘Fiesta en mi pueblo’ no pararon ahí. El maestro Julián cuenta con cariño el día que descubrió a su vecino de apartamento en Bogotá, repitiendo una y otra vez la canción pues le recordaba su querida Ciénaga (Magdalena). Cuando descubrió que él era el autor, amanecieron bebiendo y comiendo sancocho.

En Pereira por ejemplo, se conmovió al ver a los niños jugando en la calle mientras cantaban su canción. Este ritmo de Aguachica llegó también a Leticia, y por la cercanía con Brasil incluso a Tabatinga, donde sus amigos y conocidos lo llamaban a contarle que su canción sonaba en las discotecas de esta ciudad fronteriza.

“Hay una alegría profunda. Es una bendición pues uno hace 10 temas y le suena 1. Fue muy satisfactorio sentir que la gente gusta de la música de uno. Que lindo ver los niños cantando la obra y que en los colegios también la enseñen”, comentó el maestro.

El manifiesta que se siente complacido de haber podido rendirles un homenaje a esos personajes de Aguachica, a través de su obra.

Una canción universal

Jaime Monsalve, jefe musical de la Radio Nacional, explicó que esta canción le recuerda la frase ‘pinta tu aldea y pintaras el mundo’ pues nació como un homenaje a los pobladores de una ciudad intermedia, que seguramente solo iba a tener valides allí. Pero cuando llega a oídos de Rodolfo Aicardi y la graba con su orquesta, la canción cobra el brío de lo universal.

“Ha sido tan bailada aquí en Colombia como en México, Argentina, Perú y en cualquier otro lugar donde haya un colombiano. Nació como una pequeña cédula localista y por obra y gracia de la internacionalización logró cobrar visos universales”, explicó Monsalve.

Recuerdos de juventud

El maestro Julián nació el 31 de mayo de 1947 en Aguachica. Su primera canción fue un bolero que compuso a los 12 años, inspirada en una niña de su edad estudiante de un internado de monjas. Llevaba por nombre ‘No pensé quererte’ y la interpretó con su cuarteto ‘Los Satélites’, todos hijos de músicos.

Participó con canciones inéditas en el IX Festival Vallenato con su grupo ‘Los acordeones de Aguachica’. Dice que nunca lograron ganar pues, según él, los de Valledupar ven a los habitantes de Aguachica como cachacos y en ese entonces no los tenían en cuenta.

Hoy a sus 72 años y con toda la vitalidad y alegría que lo caracteriza, recorre las calles de su querida Aguachica llevando canciones inéditas y compartiendo su conocimiento con las nuevas generaciones.

Foto: Eveling Rico

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