Octavio Arbeláez, un visionario de la cultura
Por: Andrea Cardona. Radio Nacional de Colombia Manizales.
El hombre que creyó en el Festival Internacional de Teatro de Manizales (FITM), en los mercados culturales internacionales y en las ruedas de negocios musicales fue condecorado por el Congreso de la República al mérito de Caballero, en una ceremonia que se realizó en el Centro Cultural Rogelio Salmona de Manizales.
El manizaleño Octavio Arbeláez, abogado y filósofo de profesión y promotor cultural por convicción, lleva 35 años trabajando por el FITM (Festival Internacional de Teatro de Manizales)
Comenzó su labor a los 15 años con la dirección de cineclubes en la Universidad de Caldas. Años después incursionó en el mundo del teatro y con 24 años fue decano de la Facultad de Artes de esta universidad.
Cerca de cumplir 60 años, Octavio se define como un hombre innovador y creativo a la hora de generar ideas para el consumo cultural.
Desde joven ha trabajado por convertir la cultura en un punto de inclusión para la sociedad. En sus palabras define la base de su labor:
“Trabajar por la cultura me hace feliz y la cultura es un camino a la felicidad”.
Cuando no está en el exterior, viaja entre Bogotá, Manizales y Medellín. Es el fundador y director del Mercado de Artes Performativas del Atlántico Sur en Tenerife, España (MAPAS). Trabaja en la Red de Promotores Culturales de Latinoamérica y El Caribe y en el Mercado Latinoamericano de la Música, Circulart que se realiza en Medellín. Es el director del Festival de las Artes de Costa Rica.
Octavio en la voz de sus seres queridos
Aída María González es la esposa de Octavio Arbeláez. Tras 25 años de matrimonio asegura que es un hombre visionario inteligente, joven y obstinado:
“Fue maravilloso encontrarme con una persona apasionada por las artes y a pesar de que no soy del ámbito cultural disfruto de la música, el teatro y de su mundo”.
Una de sus amigas es Elvira Escobar de Restrepo, presidente de la junta directiva del FITM.
Hace 45 años cuando este evento de ciudad se interrumpió por 10 años y se trasladó a Bogotá Octavio y Elvira gestionaron el regreso del teatro a Manizales, que este año llega su versión número 50. En 1984 asumió como director del FITM, cuando apenas tenía 25 años de edad.
“Es un hombre sencillo y amoroso que pocas veces se pone de mal humor. Su vida es la cultura y eso lo hace fuerte y capaz de tocar las puertas necesarias. No es de protagonismos. Yo le digo por qué estar en la contrabarrera si él pertenece a la barrera”, cuenta Elvira Escobar de Restrepo.
En marzo de este año, Octavio recibió la Mención Internacional al Mérito de la Sociedad Internacional de las Artes Escénicas y el Primer Premio Glommnet, entregado por la Red Mundial de Mercados de la Música con sede en Seúl.
Para Wilson Escobar, director del periódico Textos del FITM, los reconocimientos para Octavio son para un hombre visionario de la cultura:
“Hablar de Octavio es pensar en un visionario más que en un gestor. Él planeó redes, mercados y una conexión del arte escénico en el mundo, cuando nadie más lo vio. Revivió el festival de Manizales como un quijote que hoy es exaltado como caballero”.
Y como si no fuera suficiente con los compromisos que tiene en Colombia, España y Costa Rica, Octavio está trabajando en un proyecto de artes y nuevas tecnologías que probablemente comience el año entrante en Buenos Aires, Argentina.
