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Así le apuesta Villavicencio a los programas de inclusión social

Esta iniciativa se realiza desde el año 2017 y busca formar en orientación, movilidad, ábaco, braille y sistemas Jaws y Magic.

Por: Tarhen Fernanda Álvarez. Radio Nacional Llanos

Cuando tan solo tenía 35 años, Luis Fernando Reyes perdió su visión a causa de una retinopexia, situación que le dio un giro de 180 grados a su vida, y que lo llevó a que hoy, 20 años después de quedar sin visión, a enseñar a ser independientes a más de 80 personas con discapacidad visual en Villavicencio, a quienes les enseña a orientarse y movilizarse por las calles de la ciudad.

Él es solo una de las más de 9 mil 300 personas en condición de discapacidad que habitan en la capital del Meta, una ciudad que trabaja en adaptarse para brindarles las condiciones necesarias para su bienestar.

Él hace parte del programa de eliminación de Barreras Físicas y Aptitudinales que la Alcaldía de Villavicencio implementó para generar independencia y superación en la población en situación de discapacidad.

Actualmente, más de 70 personas con discapacidad visual hacen parte de este proceso que les ha devuelto la vida.

Esta iniciativa se realiza desde el año 2017 y busca formar en orientación, movilidad, ábaco, braille y sistemas (Jaws y Magic), a las personas con discapacidad visual, logrando su autonomía e independencia.

“Yo me arriesgué a salir porque vivía encerrada y me parecía que por ser ciega no podía hacer las cosas, pero ahora soy más independiente y cuando salgo a la calle me siento viva”, señala Blanca Carvajal.

En Villavicencio, existe una política pública para las personas en condición de discapacidad, la cual contempla cuatro ejes: desarrollo de sus capacidades y las de sus familias y cuidadores, oportunidades efectivas y empleabilidad, participación e inclusión social y derecho y cambio en la sociedad.

Patricia Méndez, directora de grupos de especial protección de la Secretaría de Gestión Social del municipio, aseguró que este programa ha permitido visibilizar a esta población y generar en ellos liderazgo.

Según la Secretaría Social de la Alcaldía, la iniciativa se ha ampliado a la formación de funcionarios de diferentes entidades en lengua de señas, para que puedan atender a la población sorda de la mejor manera.

Precisamente, el proceso de aprendizaje motivó a que Mauricio Gonzáles, también con discapacidad física, construyera su propia empresa, donde ha empleado a tres de sus compañeros.

Su historia ha sido ejemplo para muchas personas que por su condición física han tenido que vivir momentos difíciles, pero que decidieron enfrentar la hazaña de vivir en un mundo que no está hecho a sus necesidades y salir adelante.

“Si no nos dan empleo, nosotros mismos debemos generarlo y así demostrar que la discapacidad no es sinónimo de impedimento para hacer las cosas”, comenta.

Mauricio quedó ciego desde que tenía tres años, pero esa limitación no lo privó de graduarse como técnico en asistencia administrativa en el Sena y como supervisor de ventas.

En materia de infraestructura, en Villavicencio apenas se está generando la cultura de la población en situación de discapacidad. Las nuevas obras contemplan las necesidades de esta comunidad, sin embargo, ellos sienten que aún falta.

“Yo ando en muletas, y a veces subir y bajar andenes es difícil y me genera cansancio, pero lo más complejo de ser discapacitado es lidiar con las personas que no entienden nuestra situación, que se atraviesan, que no permiten el paso, conductores que no esperan mientras nosotros nos subimos a un taxi, en fin, acá lo que falta es cultura ciudadana y respeto por las personas que estamos en condición de discapacidad”, señaló Roberto Álvarez, un hombre de 65 años de edad que hace tan solo dos perdió una de sus piernas producto de una diabetes.

Roberto también señala que en los mismos centros clínicos hace falta que implementen una infraestructura que le permita a las personas en situación de discapacidad tener independencia y una buena movilidad.

“En la mayoría de citas médicas que tengo me toca subir escaleras porque no hay ascensor, o si lo hay mantiene dañado”, recalca.

A Luis Fernando, Blanca, Mauricio y Roberto, no solo los une su condición de discapacidad, sino la manera de afrontar las situaciones adversas y salir adelante, porque según ellos, las únicas limitaciones que existen son las de la mente.

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