Helenita Vargas: 10 años sin la Ronca de Oro
La meteórica carrera de Sofía Helena Vargas Marulanda en el mundo de la música popular colombiana tuvo punto de partida en el seno de la alta sociedad caleña, donde muy joven logró insertarse como cantante aficionada. Dueña de una voz inimitable, de una personalidad fuerte y arrolladora, y de un carisma a toda prueba, Helenita Vargas sigue siendo hoy el mayor de los referentes vocales femeninos del país en los linderos de la ranchera, el tango y los sonidos tradicionales y cantineros.
Nacida en Puerto Tejada, Cauca, en 1934, Helenita grabó su primer trabajo en 1967 para el sello bogotano Vergara, haciendo gala de una voz juvenil y dulce, muy diferente al temperamento vocal por todos conocido años después. En 1968, a sus 34 años, vendría un contrato de la disquera antioqueña Sonolux, que de inmediato la llevó hasta oídos de todo el país. La anécdota recuerda que su esposo de entonces, el médico Gonzalo Zafra, insistió a la disquera acerca de la inconveniencia de apostarle a una figura hasta ese momento apenas conocida por la sociedad caleña. “Con ese disco el primer sorprendido fue Gonzalo, cuando empezó a enterarse de la acogida que tuvo, y lo fue más cuando al año siguiente estaba sacando al mercado la segunda producción”, le contó la cantante en la década de los 90 al académico Carlos Humberto Illera Montoya para su libro “Clavelitos con amor”.
El periodista cubano radicado en Cali José Pardo Llada fue el primero en referirse a Helenita como “la Ronca”. A partir de la publicación de un artículo de prensa de su colega palmireño Lázaro Vanegas para El Espacio, titulada “Esta noche bañan en oro a La Ronca”, es que se popularizó el sobrenombre completo que la acompañaría por siempre.
Alrededor de unos 30 trabajos discográficos y un tren de vida marcado por la bohemia, las giras y las presentaciones de radio y televisión, fueron haciendo de Helenita la más recordada de las cantantes colombianas en el rubro conocido popularmente como “música vieja”. Dentro de su repertorio se destacaron clásicos de la ranchera mexicana, del tango argentino, de la marinera peruana, del pasillo ecuatoriano, del bambuco colombiano y algunas piezas centroamericanas como “María de los Guardias”, uno de sus temas bandera, del nicaragüense Carlos Mejía Godoy. Se dice que fue uno de los grandes amigos de la Ronca, el presidente Alfonso López Michelsen, quien le hizo algunos cambios en la letra para que se adaptara a su personalidad cantora.
Algunos otros de sus grandes éxitos fueron compuestos por mujeres, caso de “Búscame”, de Helena Benítez de Zapata, y de los valses “Señora” y “Mi huella”, de su amiga Graciela Arango de Tobón. Otras piezas popularizadas en su voz fueron “Espejito”, “Pasaste a la historia”, “Propiedad privada”, “No te pido más”, “Tres veces te engañé”, “El tiempo que te quede libre”, “Cuéntale” y “Me llaman la Ronca”.
En sus últimos años los quebrantos de salud la mantuvieron alejada de la actividad, y unos meses antes de su desaparición física, justo el día de su cumpleaños número 76, se le practicó un transplante de hígado que la mantuvo entre nosotros hasta el 7 de febrero de 2011.
El domingo pasado conmemoramos 10 años de la desaparición física de Helenita Vargas, la Ronca de Oro. Por eso es nuestra Artista de la Semana.
