Alertan por apertura de compuertas de represa El Quimbo en Huila
En alerta deben permanecer las comunidades que habitan las áreas próximas al río Magdalena y sus afluentes, aguas abajo de la hidroeléctrica El Quimbo en el departamento del Huila, ante la apertura de compuertas de la represa, advirtió la compañía Enel Colombia, que opera el complejo de generación de energía.
Aunque la operación es controlada, la empresa indicó que “se les recomienda a los habitantes localizados aguas abajo -en especial aquellos que pudiesen estar en el área de ronda del río Magdalena y sus afluentes- estar alerta”.
En este sentido, se pidió de manera específica “no hacer uso de estas zonas ni permitir que personas o semovientes transiten por allí”.
El Quimbo, que se levanta en el centro del Huila, embalsa el Magdalena y descarga sus aguas sobre el mismo río en área de influencia de los municipios de Gigante y Hobo, en un tramo que también tiene el impacto del Páez, otro gran afluente en la región.
Enel Colombia informó que, “con el propósito de amortiguar los afluentes, la compañía opera las compuertas de la central de forma controlada y siguiendo el manual de manejo del embalse”.
No obstante, señaló en un comunicado que “las descargas que se realizan no generan ningún riesgo”, al menos por ahora.
En el pasado, estas descargas han motivado quejas de productores rurales y pescadores artesanales en el río Magdalena, porque señalan que, si bien son informadas a las autoridades locales y regionales, no se divulgan a la comunidad, que resulta afectada en sus parcelas y áreas de pesca.
La Asociación de Afectados por El Quimbo, una organización de la sociedad civil que reclama compensaciones por los impactos de la construcción de la represa, subrayó públicamente que “no se conoce el plan de contingencia de Enel Colombia, fundamental para cumplir con su responsabilidad de contribuir a la protección ciudadana”.
En la mayoría de municipios del departamento llueve de manera casi constante desde hace al menos dos semanas, con aumentos significativos en los caudales de quebradas y ríos, e incrementos de niveles considerados como “históricos” en el comportamiento de crecientes del Magdalena y Las Ceibas, de acuerdo con la Secretaría de Gestión del Riesgo de Neiva.
