Entre banderas, llanto y música fue despedida Nawar Jiménez, lideresa trans de El Carmen de Bolívar
La tarde del 23 de mayo de 2025 no fue igual en El Carmen de Bolívar. El sol estaba más brillante, no corría brisa y se sentía un silencio anormal en aquel rincón del caribe colombiano. Ese día la lideresa trans Nawar Jiménez, realizaría su último desfile por las calles que desde muy joven la vieron correr, jugar fútbol, vender frituras para ayudar a su abuela y desparramar una alegría y energía que contagiaba.
Pero su última pasarela no sería montada en sus tacones ni impecablemente vestida como solía hacerlo, esa tarde iría dentro de un ataúd, con su sonrisa inolvidable y su voz callada.
Nawar fue encontrada muerta en una cuneta, vestida de negro, a unos 30 metros de la troncal de occidente entre los municipios de San Jacinto y El Carmen de Bolívar la mañana del 22 de mayo, con golpes en la cabeza propinados al parecer con elemento contundente, según reza el informe policial. Desde que se supo la noticia en la tierra de Lucho Bermúdez todo cambió, se sentía una tristeza como en aquellos tiempos de desorden público.
Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo, fue una de las muchas personas que caminaron bajo el sol canicular y los casi 40 grados de temperatura que se hacían sentir con más fuerza a esa hora de la tarde, con la cara empapada por el sudor expresó:
“Estaba amenazada, lo dijo la Defensoría del Pueblo en una alerta temprana, su vida corría riesgo, lo advirtió en una audiencia pública la Procuraduría, ella misma manifestó en muchas reuniones con el Estado de sus constantes amenazas por ser una mujer trans trabajadora sexual. El Estado la ignoro y no la cuidó”.
Luego de abrazar a varios integrantes de la población LGBTIQ+ que se acercaban para mutuamente compartir su dolor, Wilson Castañeda puntualizó: “no podemos sumar al feminicidio de La Pola y de Nawal, más casos de violencia, exigimos acciones estructurales no sólo para lamentar estos hechos, sino para prevenirlos y garantizar vida digna a las personas trans”.
El sepelio estuvo encabezado por una amplificación que iba sonando la lista de reproducción de Nawar, esas canciones que la hacían sentir viva y que le ayudaban a expresar todo aquello que por años no pudo gritar.
Milena Arrieta, habitante de El Carmen de Bolívar, manifestó: “Nadie sin importar su condición social, su fe, su preferencia sexual o postura política, merece morir de la forma en la que murió la reina de la diversidad”, puntualizó mientras que en el fondo se escuchaba “Sobreviviré” la versión en español que hizo Celia Cruz del clásico “I’Will Surivive” de Gloria Gaynor.
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El cuerpo de Nawar antes de llegar el cementerio hizo una parada en su barrio "El Primero de Mayo" ahí en la cancha donde todas las tardes jugaba con sus vecinos, fue aplaudida y vitoreada como cuando anotaba los goles que ayudaban para ganarse la gaseosa y el pan luego de un partido interminable como son los derbis barriales.
Al llegar al campo santo de los carmeros, retumbó a través de los poderosos parlantes el estribillo “Llegó, llegó, la reina llegó”, la popular canción carnavalera que se coloca cuando las reinas llegan a las verbenas.
Sus compañeras de lucha, decidieron sonar esa canción porque Nawar. Además de ser una gran lideresa y defensora de derechos fue, era y será por siempre una reina que aún no quería volar alto, no quería descansar en paz, ella solo quería vivir.
