El reloj implacable de la vida: ¿se están quedando atrás los adultos mayores?
Marvin Preciado, un adulto mayor que se encuentra en el Jardín del Abuelo, una casa hogar para ancianos en el municipio de Florida, Valle del Cauca, dice con un libro en la mano: “ese reloj de la vida no sufre de lástima y cuando menos lo pensamos deja de correr”.
Y es que, aunque Marvin cuenta con allegados, asegura que no pueden hacerse cargo de él, situación que también viven otros nueve abuelos en el lugar. “A medida que llegan las arrugas, nos alejan, nos apartan y nos hacen vivir con algunos extraños, que al igual que nosotros, son rechazados y hasta repudiados por su misma familia”, sentenció.
Sobre esto, Leidy Pulido, psicóloga de profesión y especialista en Desarrollo Humano, aseguró que algunas personas mayores lo pasan muy mal por cuenta de las discriminaciones y la falta de empatía, lo que convierte a la vejez en una etapa que va perdiendo dignidad.
“Ellos (los adultos mayores) están vulnerables, empiezan a desdibujar el sentido de la vida, es difícil ver partir a amigos y familiares, por lo que algunos se vuelven más religiosos y pierden la memoria precisamente por el miedo a la soledad y a la muerte. Esta parte reduce considerablemente las ganas de moverse o realizar actividades, es por eso que un acompañamiento continuo es fundamental”, dijo la profesional.
De acuerdo con una encuesta de Salud, Bienestar y Envejecimiento llevado a cabo por el Ministerio de Salud y Protección Social, se describe la percepción que la sociedad tiene de las personas mayores, revelando dos perspectivas contrastantes: una que refleja un aprecio y respeto hacia los adultos mayores y otra que evidencia la discriminación, ya que la mayoría de la población tiende a emitir juicios negativos, actitudes excluyentes y falta de respeto hacia este grupo de edad.
Para Hoover Alejandro Garcia Arias, enfermero y colíder de el Jardín del Abuelo, esta problemática es invisibilizada. “Como trabajador de la salud tuve que ver muchos hogares en los que trataban al adulto mayor como un mueble viejo. Fue así como nació esta casa hogar, en aras de brindarles tranquilidad, que estén lejos de malos tratos y que tengan un término de vida decente”, explicó.
García Arias también indicó que una vejez óptima es cuando la persona de avanzada edad puede tener actividades de ocio, de cuidado, de alimentación balanceada, de ocupación, entre otras, que le hacen convencerse sobre que su vida tiene valor y que está obsoleto como en muchas ocasiones le hacen creer.
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“Nosotros nos aseguramos que tengan opciones, juegos de mesa, lecturas, radio, espacios para compartir, pero también para descansar. Asimismo que reciban todos los cuidados, bien sea médicos o paliativos para garantizar su bienestar”, recalcó el trabajador de la salud.
Finalmente, Alejandro hizo un llamado a la comunidad y a los colegios en el municipio de Florida, para que consideren al Jardín del abuelo como un espacio para realizar labor social, puesto que la compañía, para quienes ahí residen, es un factor que anima el día a día, y que fortalece los procesos de conciliación entre la persona y su edad.
