El presidente Gustavo Petro rechazó de manera contundente el hallazgo de ocho líderes religiosos y sociales en una fosa común en zona rural de Calamar, departamento del Guaviare.
El mandatario calificó el crimen como un hecho "atroz" y señaló que todo parece indicar que las víctimas Jesús, Carlos Valero, Maribel Silva, Isaid Gómez, Maryuri y Óscar Hernández, James Caicedo y Nixon Peñaloza, quienes estaban desaparecidos desde el mes de abril, fueron secuestrados y asesinados en medio de disputas territoriales por parte de grupos armados ilegales.
El presidente manifestó, además, que hechos como este representan una grave afrenta al derecho a la vida, a la libertad religiosa y al invaluable trabajo espiritual y comunitario que realizan estas personas en regiones históricamente golpeadas por la violencia.
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Asimismo, hizo un llamado urgente a las instituciones del Estado para redoblar esfuerzos y proteger a los líderes religiosos. "Hago un llamado urgente a las instituciones del Estado a redoblar esfuerzos para proteger a quienes lideran desde la fe, desde el cuidado del otro, desde la paz", expresó. Al tiempo que aseguró que es deber del Estado garantizar su seguridad y evitar que crímenes como este se repitan y queden impunes.
Finalmente, el mandatario envió un mensaje de solidaridad a sus familiares y comunidades de fe, reafirmando su compromiso con la libertad de cultos, la vida y la paz. "Reafirmo mi compromiso con la defensa de la libertad de cultos, la vida digna y la paz como camino colectivo. Que su ejemplo nos impulse a seguir construyendo un país justo, en el que creer, vivir y liderar en paz sea un derecho para todos y todas", concluyó.