Crisis por orden público en Juradó, Chocó
En refugios ubicados en la Biblioteca pública de Juradó y en lugares cercanos a la estación de policía, permanecen las más de 200 personas que huyeron de las balas de los ilegales; la mayoría de las víctimas, hacen parte de 14 comunidades indígenas, pertenecientes a 4 resguardos y cinco corregimientos afro; según la alcaldesa del municipio, Jenny Lucía Rivas, la situación es compleja.
“Tenemos una población totalmente atemorizada, y cada día con menos posibilidades de que nuestra población se pueda sentir segura; y es que estos hechos han afectado tanto a la zona urbana como a la rural” expresó la alcaldesa de Juradó.
Aseguró la funcionaria que también se ha presentado desplazamiento interno desde el sector conocido como Maderas, hacia el centro del casco urbano.
También denunciaron tres muertes violentas en menos de cuatro días, por señalamientos de pertenecer o de ser informantes de uno de los grupos que hacen presencia en el territorio.
Amenazas a líderes sociales y comunitarios:
Además de los desplazamientos y confinamientos, preocupa a las autoridades amenazas en el municipio, a los líderes y a sus familiares y amigos; por esta razón según confirmaron las autoridades, las empresas de transporte fluvial dejaron de funcionar para evitar más muertes como la ocurrida en días pasados cuando los ilegales interceptaron una embarcación y bajaron un joven de esta y lo asesinaron.
El defensor del pueblo, Carlos Camargo Assís, solicitó a las autoridades protección para las personas en riesgo por amenazas: “solicitamos para los líderes étnicos y las personas que están amenazadas de muerte protección especial hasta que sea activada una ruta segura que permita evacuarlos. Sus derechos a la integridad y vida deben ser protegidos”, expresó el Defensor del Pueblo.
El Gobierno departamental, por su parte, hizo un llamado al gobierno Nacional, para aumentar el pie de fuerza, pues el número de uniformados que hay en la zona, no dan abasto para la compleja situación que afronta Juradó.
Entre tanto, las comunidades continúan en zozobra y esperan cuanto antes ayudas humanitarias para las víctimas.
