Balance positivo del piloto de reapertura de la rumba en Cali
Los vallecaucanos bailaron durante nueve horas y se reunieron en el parque Alameda y el Bulevar del Río. Con tamizajes al ingreso, tapabocas y continuos procesos de desinfección, se llevó a cabo el “Agüelulo” en Cali, que evoca la nostalgia de la salsa de los años 70’ y que devolvió el baile, el sabor y la rumba a la capital del Valle de Cauca.
Este piloto se realizó sin consumo de licor. Jorge Iván Ospina, alcalde de Cali, indicó que esta es una apuesta para que se hagan rumbas bioseguras.
“Yo prefiero que la fiesta se adelante sobre la mesa y regulada, a que se adelante de manera soterrada informal en espacio cerrado”, indicó el mandatario.
La rumba inició a las 4:00 p.m. y culminó a la 1:00 a.m. Gaseosas, jugos, limonadas, empanadas, papas y otros alimentos se observaron en las mesas de los asistentes, en donde también hicieron presencia melómanos y las tradicionales presentaciones de bailarines de salsa.
El mandatario local espera poder adelantar este fin de semana un piloto con venta de alcohol, aunque el Ministerio del Interior aún no entrega los permisos. Si esto no ocurre, la rumba seguirá siendo ‘sana’.
“Esperamos que los protocolos de bioseguridad sean cumplibles, que podamos entender la necesidad de rumbear con una reserva previa, con el hecho de que reconozcamos que no podemos ser lo que somos por una pandemia. La pandemia ha ocurrido, está ocurriendo, pero Cali no quiere perder la oportunidad de la cultura del encuentro que es una idiosincrasia de la danza de la salsa”, indicó Ospina.
La Alcaldía recordó que solo se permiten seis personas por mesa y la estancia es solo por tres horas.
