Cancillería rechazó informe de la ONU sobre protestas en Cali
En una misiva enviada a la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, la viceministra de Relaciones Exteriores, Adriana Mejía, cuestionó las notas de prensa y los videos publicados por esa oficina, en los que se documentan actos de violencia en Cali el 3 y 4 de mayo.
La alta funcionaria señala que “el Estado colombiano observa con suma preocupación las aseveraciones formuladas por la Oficina de la Alta Comisionada, en relación con presuntas muertes y amenazas ocurridas en Cali, y lamenta profundamente que la oficina haya decidido emitir este comunicado sin verificar, ni con fuentes oficiales, ni con sus propias observaciones, las graves acusaciones que el mismo contiene”.
Asimismo indica que el Gobierno colombiano siente que el proceder de la ONU y sus acusaciones hacen que la confianza entre las partes se vea afectada.
“Se vulnera de manera grave la confianza entre el Gobierno y la oficina, y se dificulta la comunicación y la cooperación que constituyen la esencia del mandato que permite la presencia de la oficina en Colombia”, se lee en el documento.
En la carta se hace un recuento de los actos vandálicos cometidos en el marco de las marchas y un balance preliminar de las víctimas, tanto civiles como uniformados.
”Ahora bien, es del caso poner de presente que, de acuerdo con información publicada el 3 de mayo por el Ministerio de Defensa Nacional, estos actos premeditados de violencia han culminado con 540 policías lesionados y uno fallecido, y al menos 191 civiles fallecidos y 306 heridos. En el marco de estas acciones cuidadosamente planificadas, 20 buses de transporte público han sido incinerados, 59 establecimientos comerciales han sido saqueados, 21 Centros de Atención Inmediata de la Policía han sido destruidos y 43 de ellos han sido vandalizados”.
Finalmente aclaró que las debidas autoridades se encuentran adelantando las investigaciones correspondientes.
