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CERRAR

¿Cómo se ha adaptado el Vaticano en medio de la pandemia?

Según expertos, la Iglesia católica ha sido una de las instituciones que mejor se ha adaptado a las indicaciones de los gobiernos.

Por: Juliana Villanueva Bedoya

Hace dos años, Roma comenzaba a recibir feligreses de todos los rincones del mundo, el motivo principal era la celebración de la Semana Santa. Hoy, después de un año de pandemia, las visitas están restringidas y los eventos no podrán ser masivos, ¿qué pasará entonces con esta tradición desde un punto tan emblemático?

El Estado de la Ciudad del Vaticano es el más pequeño del mundo, con tan solo 42 hectáreas y un poco más de 800 habitantes, se ha visto afectado por el Covid-19, sobre todo, por la poca afluencia de turistas, que en esta época llegaban de manera masiva a pasar la Semana Mayor cerca del papa.

“El mundo se ha dado cuenta de los cierres permanentes que ha tenido la Basílica de San Pedro, los museos vaticanos, los jardines y los lugares que son visitados por los feligreses y turistas, estos cierres han sido permanentes, incluso se han instalado puestos de control para exigir el lavado de manos y la toma de temperatura”, explica César Mauricio Velásquez, profesor de la Universidad de la Santa Croce en Roma y exembajador de Colombia ante la Santa Sede.

De acuerdo con el docente, a pesar de todo, hay noticias positivas para la comunidad del Vaticano, pues ya todos recibieron mínimo la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19 e incluso, el papa Francisco ya fue inmunizado con las dos aplicaciones.

En medio de todo, el pontífice anunció que debido a la pandemia los salarios de los cardenales, clérigos y religiosos disminuirían, al igual que se congelarán los aumentos de los sueldos por antigüedad durante los próximos dos años.

Sin embargo, la emergencia por Covid-19 no frena la celebración de la Semana Santa para la Iglesia católica. Con modificaciones, se llevarán a cabo las ceremonias litúrgicas más relevantes.

Foto: Pixabay.

“Todas las procesiones han sido canceladas, las ceremonias masivas también, especialemte las del jueves, viernes, sábado y domingo Santo. Lo que se llama el Triduo Pascual será a puerta cerrada con un mínimo de asistentes, el papa celebrará esta ceremonia en la Basílica de San Pedro, pero será transmitida por todos los medios digitales”, indica Velásquez.

La tecnología ha tomado un papel importante en la transformación que la Iglesia ha tenido que dar para acompañar a sus fieles en medio de la pandemia. De acuerdo con el docente, esta ha sido una de las instituciones que mejor se ha adaptado a las indicaciones de los gobiernos para evitar contagios.

“Las medidas se han dado dentro de las iglesias y también alrededor de ellas. Desde las eucaristias hasta las catequesis. Todas las restricciones han sido responsables, efectivas y bien recibidas por la comunidad”, argumenta el académico.

Estas limitaciones también están relacionadas con los diferentes sitios turísiticos que tiene el Vaticano, que en su mayoría son pequeños, estrechos y con poca ventilación, lo que los volvería un lugar propicio para el contagio del Covid-19.

“La región de Roma continúa con una calificación de zona roja, lo que ordena detener cualquier desplazamiento que las personas quieran hacer por fuera de su barrio. Mucho menos se puede salir de Roma. Quienes quieran movilizarse deben solicitar un permiso que les pedirá la Polícia en cualquier momento”, señala Velásquez.

Por el momento, los feligreses deberán optar por asistir a las ceremonias de manera virtual, y esperar que el próximo año la situación mejore, para que se pueda volver a las tradicionales procesiones, visitas a los templos y eucaristías masivas en el Vaticano.

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