El precandidato presidencial del Centro Democrático, Miguel Uribe Turbay, de 39 años, fue víctima de un atentado durante una reunión política en el barrio Modelia, al occidente de Bogotá, y se encuentra siendo atendido en la clínica Medicentro de Fontibón.
Según las autoridades, Uribe llegó con signos vitales y su estado de salud es reservado, tras haber recibido dos disparos en el cuerpo y uno en la cabeza.
El presunto agresor fue capturado en el lugar y también resultó herido durante el ataque, confirmó el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán.
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En respuesta, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, anunció una recompensa de 3 mil millones de pesos para quienes ayuden a esclarecer el caso, y junto con la cúpula militar, liderará una reunión especial de seguridad. Mientras tanto, la Policía mantiene acordonado el parque de Modelia, donde ocurrieron los hechos.
La reacción política y social no se hizo esperar. Carlos Ruiz, representante especial de la ONU en Colombia, expresó su condena: "Mi más enérgica condena al atentado contra Miguel Uribe. Espero su pronta recuperación. Mis pensamientos y solidaridad con su familia". La Defensoría del Pueblo llamó a "garantizar la protección de todos los candidatos presidenciales" y alertó que este tipo de hechos "ponen en riesgo los derechos políticos y la paz del país".
La senadora Jahel Quiroga, del Pacto Histórico, rechazó "categóricamente el atentado" y pidió a las autoridades esclarecer los hechos y brindar garantías de protección, al tiempo que hizo un llamado a la sociedad y medios para "rechazar toda violencia política".
Por su parte, el ministro del Interior, Armando Benedetti, manifestó su solidaridad y "rechazó toda forma de violencia".
Desde diferentes sectores, líderes políticos coincidieron en el rechazo total a este acto. Héctor Chaparro señaló que "la violencia no puede tener cabida en la democracia" y exigió justicia urgente. La representante Martha Alfonso calificó el ataque como "un retroceso hacia la violencia política" y llamó a que "las ideas, no las armas, deben primar en el debate público".
La Procuraduría General, por medio del procurador Gregorio Eljach, repudió el atentado y pidió celeridad en la investigación, alertando que estos hechos "agravan la polarización y afectan la paz". La vicepresidenta Francia Márquez subrayó que "la democracia no se construye desde el odio ni desde el miedo" y llamó a unir al país para rechazar la violencia.
Finalmente, indicaron que estos pronunciamientos reflejan la gravedad de la situación y la necesidad de fortalecer la seguridad y el respeto por el ejercicio político en Colombia.