‘El Progreso’, la tienda de la paz liderada por mujeres en el Catatumbo
Con una tienda comunitaria denominada “El Progreso”, 26 promueven la independencia económica, se transforman en agentes de cambio y se abren camino en la producción de café, pollos de engorde y panela desde el 2019. Con su proyecto en el corregimiento La Victoria, en Sardinata, benefician a 546 familias de 17 veredas y nacen con el liderazgo de la Asociación de Mujeres Ahorradoras Semillas del Futuro (AMUVICEF).
“Nuestro corregimiento queda a una hora de Sardinata, y la tienda nace con la necesidad indispensable de poder encontrar, en nuestro corregimiento, los productos que solo encontrábamos en el casco urbano”, explica Nancy Mendoza, integrante de AMUVICEF.
El 24 de junio del 2013 decidieron organizarse y apostarle a la transformación social a través de sus proyectos agrícolas. Iniciativa donde decidieron consolidar los proyectos agrícolas que desarrollaban de forma independiente.
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Para Nancy, a quien la vida la puso tierra del café y la caña dulce, la organización comunitaria es la única salida para los municipios que han sido afectados por el conflicto armado.
“Iniciamos 11 mujeres, hoy somos 26 mujeres las que creemos en que organizarnos fue una forma de fortalecernos como comunidad. El proyecto nos empoderó y nos entregó la oportunidad de ser referenciadas en nuestro municipio como personas que podemos hacer nuestras cosas y hacerlas bien”, agrega Mendoza.
El camino es la formación
El horizonte es frío, como la tierra que las recibe, pero es claro y marcado para ellas. Una casa azul, esquinera sobre la calle principal recibe a las organizaciones defensoras de derechos humanos, que juegan su partido y apoyan el camino que transitan estas madres en el corregimiento La Victoria.
“Desde que nos organizamos nuestro sueño era tener una tienda donde pudiéramos vender los productos que sembramos, que producimos con nuestras manos, y las capacitaciones que nos llegan en administración y contabilidad; todas nos han servido para hoy tener este espacio”, añade Nancy.
Una línea que ya estaba marcada, desde que ganaron la convocatoria “Campo por emprender”, que lideró el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Allí, su camino comenzó por establecer y consolidar el empoderamiento femenino, que hasta las obras de construcción dejaron de ser exclusivas para hombres.
“Nos hemos fortalecido como familia, como comunidad, nos sentimos seguras de lo que hacemos, justo el año pasado pudimos licitar y en el marco de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial, trabajamos en la obra de 120 metros de placa huella, donde uno de nuestros propósitos era mejorar el tránsito y que los campesinos puedan sacar sus productos”, comenta Nancy.
Así mismo, en el 2021, junto a nueve iniciativas comunitarias, formaron parte del proyecto Catatumpaz, que lideró la Fundación para la Participación Comunitaria (Parcomún) y la Corporación Poder, Democracia y Paz (Poderpaz); un escenario que les presentó la oportunidad de seguir fortaleciendo sus conocimientos.
“El trabajo realizado les permitió conocer la región, con la posibilidad de potencializarse como equipo y con la idea de entregarle alternativas de cambio y transformación social a la región del Catatumbo”, explica Jacqueline Arroyo, dinamizadora de Parcomún.
Así, la independencia económica y el empoderamiento femenino trascienden de la imaginación a la realidad. El café molido, pollos de engorde y panela son los productos que se presentan como una oportunidad de paz y reconciliación.
“No nos encuentran en YouTube o Facebook, nos encuentran aquí en el corregimiento La Victoria, donde los territorios trabajamos por la paz, aquí las víctimas del conflicto, desde el amor y el perdón, nos convertimos en las personas que queremos ser, y nos sentimos felices”, agrega Nancy al despedirse y con la puerta abierta para todo aquel que quiera conocerlas.
