‘Frío en la Montaña’, una historia de amistad en medio del conflicto
El conflicto armado en el país ha sido un tema recurrente en el cine y ha dado lugar a múltiples historias, no obstante ‘Frío en la Montaña’, la película colombiana escrita y dirigida por Edison Gómez Amaya, lo aborda desde una mirada diferente, desde la mirada de la risa, del juego, de la música, y de cómo puede florecer la amistad en contextos tan hostiles y violentos.
El escenario es un frío paraje en lo alto de una montaña donde convergen Ebanisto, un solitario y apacible campesino responsable de custodiar un radio transmisor y una antena repetidora; y Marcos y Tulio, dos hombres pertenecientes a bandos contrarios que en medio las circunstancias terminan jugando tute, hablando de amores, compartiendo el alimento, escuchando la música carranguera que interpreta Ebanisto, y finalmente, creando lazos de amistad.
“La idea surge de ver con mis propios ojos una experiencia de convivencia pacífica entre guerrilleros y paramilitares, cuando dictaba unos talleres de cine en la cárcel de máxima seguridad de Cómbita. Como parte del ejercicio, un día propuse unirlos, pese a la resistencia de los guardias que decían que era peligroso. Miramos películas de cine mudo, cómicas, las cuales nos permitieron entender, escuchar y casi que querer al otro. Ahora creo que Chaplin fue parte de la inspiración de ‘Frío en la Montaña’, pues la risa es un elemento fundamental en la historia, a través de ella nos acercamos al otro”, nos cuenta el director Edison Gómez.
La trama
Todo inicia cuando Ebanisto durante sus labores cotidianas encuentra en el río herido en una pierna a Marcos, por lo que lo lleva a la estación para ayudarlo, sin saber que este planea llevarse la antena; allí llega Tulio, un joven guerrillero que ronda diariamente por el lugar y que, a pesar de las dudas que le genera la presencia de Marcos, lo acoge y ayuda a curar sus heridas.
En medio del día a día, surgen algunos enfrentamientos- en los que cada uno cree defender unos ideales que en el fondo desconocen-, los tres hombres logran conectarse a través de elementos como la soledad, el desamor, el dolor y el humor, hasta cuando Ebanisto y Tulio descubren que Marcos les ha mentido diciéndoles que era un cazador que por accidente pisó una mina, cuando en realidad es el enemigo.
“Siempre tuve claro que quería desarrollar la historia de forma diferente y no tan directa, pero sin dejar de lado que están en una zona peligrosa, por eso la voz en ‘off’ es tan importante, porque es la que evidencia, en gran parte, la realidad del conflicto”, explica Gómez.
Descubrir la verdad conlleva una serie de vicisitudes que los hace debatirse entre la amistad y la defensa de su bando, mientras Ebanisto se convierte en el mediador que defiende la convivencia pacífica, la tolerancia, el diálogo, la no violencia.
“Creo que la película cae como anillo al dedo, pienso que es una bonita reflexión sobre la convivencia, que nos sirve para darnos cuenta de que la guerra no nos lleva a nada, que es necesario dejar esa rivalidad, que es más importante el compartir, el vivir como hermanos, el no hacerle daño al otro”, señala Braulio Antonio Páez, el actor natural que interpreta a Ebanisto.
La música también es protagonista
Grabada en locaciones de San Antonio del Tequendama, en Cundinamarca, ‘Frío en la Montaña’, cuenta con un reparto de actores profesionales y naturales que interpretan personajes complejos y muy reales, en donde se destaca la figura de Ebanisto, para quien la música es parte esencial de su existencia, como lo es en la vida real para Braulio, que además de agricultor es músico e intérprete de carranga, un género musical que según el director de la película, hace parte de evocar la zona.
“Para el papel de Ebanisto buscábamos un actor natural que interpretará un instrumento, características complejas de encontrar, yo quería un tiple o una guitarra, porque para mí, que también soy músico, la guitarra es el compañero ideal en momentos de soledad o tristeza, sin embargo, Braulio tocaba el requinto, pero al escucharlo, nos enamoramos de él y supimos que era la persona indicada para este papel”, señala el director Gómez Amaya.
Próximo a cumplir 60 años, y actor primíparo de cine, Braulio Paéz es además el compositor de ‘Regálame esos ojitos’, la canción principal, y de ‘El minero enamorado’ (otro de los temas del repertorio de la película), e integrante de la agrupación carranguera El Son de la Peña, lo que le ha valido ser muy reconocido en Sutamarchán, su pueblo natal, y en todo Boyacá.
“Los ojos de mi morena como que tienen veneno, si los miro me hacen daño si no los miro me muero”, reza parte de la letra de ‘Regálame esos ojitos’, que según nos narra Paéz, fue inspirada por quien hoy en día es su esposa. “La canción cuenta la historia de una chica que me gustaba, con la que empezamos a conversar hasta que nos juntamos, y hoy sigue siendo mi esposa”, dice.
Del repertorio también hacen parte también ‘China Cundinamarqués’, ‘Jugando vivo’ y ‘Florecita del camino’.
Estrenada el 9 de septiembre en las salas de cine del país, y actualmente en cartelera, ‘Frío en la Montaña’ fue elegida como ‘Mejor película’ en el Festival Internacional de Cine en la Montañas (2021), ganadora del reconocimiento ‘Working in Progress – Screenings’, en el Bogotá Audiovisual Market – BAM, hizo parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias – FICCI 59 (WIP Infrarrojo Ficción) y fue nominada al Premio Coral de Posproducción Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana (Cuba), entre otros, reconocimientos.
“Ajeno a que yo hice la película con un grupo de amigos y amigas, veo necesario resaltar a través de ella valores como la tolerancia, el respeto, y ver el conflicto desde un lado más humano”, dice Edison Gómez Amaya
Por su parte, su protagonista Braulio Páez invita a Colombia “a ir a los cines a ver esta hermosa película, se pongan la mano en el corazón y digamos No a la guerra para construir un mejor país”.
