El Florero de Llorente como pieza central del Museo de la Independencia ha sido objeto de múltiples lecturas e interpretaciones.
Por haber sido un objeto de lujo perteneciente al comerciante español José González Llorente, esta pieza adquiere una característica material que identifica a los grupos sociales que ostentaban el poder a comienzos del siglo XIX en el Nuevo Reino de Granada.
Como gran contraste a un lugar como la tienda de González Llorente, en esos mismos años las chicherías fueron un espacio de encuentro e intercambio; un lugar común entre indígenas, negros y criollos, donde los matices sociales y culturales de estos grupos humanos se fundían en torno a una bebida ancestral y al sueño de libertad e igualdad que anhelaban quienes allí se reunían.
De esta forma, esta intervención pone en diálogo el Florero de Llorente con una totuma de chicha. Dos objetos que una vez más simbolizan dos grupos humanos y sociales, dos intereses específicos, dos maneras de interpretar y revisar nuestra historia, pero un solo objetivo: la incansable e infinita búsqueda de libertad y autonomía.
Totuma de Chicha se instalará del 3 de abril al 11 de mayo y esta es una de las obras ganadoras de la Convocatoria “Intervenir la Historia , convocada el año pasado por el Museo de la Independencia y la Casa Museo Quinta de Bolívar del Ministerio de Cultura en asocio con el Departamento de Arte de la Universidad de los Andes.
El objetivo de la convocatoria era recibir propuestas de intervenciones artísticas que lograran dialogar, indagar o reflexionar sobre los temas específicos de los museos y sus espacios.