El hombre de las memorias en Calarcá-Quindio
Por: Andrés Álvarez.
Cámaras de principio del siglo XX, un kinetoscopio creado en 1889, tocadiscos de los cincuenta, proyectores de 1916, una cifra incalculable de archivos visuales que cuentan la historia del Quindío y parte de Colombia. Cintas audiovisuales que narran los hechos más importantes del país, máquinas de escribir, 18 mil vinilos y otros miles de artefactos son los que habitan el Museo Audiovisual y Gráfico, ubicado en Calarcá, Quindío.
A dos cuadras de la plaza principal, en pleno centro de este municipio del Eje Cafetero, se encuentra una casa colonial con 6 cuartos que cuenta la historia gráfica recuperada del Quindío, que es precisamente, el objetivo de este museo. Luis Fernando Londoño Aristizábal es el fundador de este sitio y cuenta un poco de sus inicios.
“La iniciativa nace conmigo porque desde niño he estado muy en contacto con la imagen y cuando vine a estudiar sistemas, me regalé en la producción de cine de Inravisión, que trabajaba un pariente y quería aprender lo que era cine, en años donde no existían las cámaras portátiles de tv. Luego de pasar por varias experiencias de tipo televisiva, regreso a Calarcá y con un grupo de 35 amigos, dando una cuota mensual, fundamos este espacio desde hace 12 años.”
Él asegura que el museo se ha especializado en comprar historia pesada porque “los recicladores, ya sabiendo que acá comprábamos imágenes, documentos, cintas, etc., venían y vendían sus descubrimientos en peso”
En este espacio es común encontrarse con vinilos ordenados en una pila en el suelo que rodean los proyectores Singer de 1916 y las máquinas de escribir con letra cursiva.
En otro cuarto hay una cinta de un documental de 20 minutos que habla de la Colombia de 1962, que gira a través de un proyector y cuya imagen pega contra una pared. En el techo hay cámaras colgadas y en vitrinas objetos añejos que, a pesar de sus años, funcionan a la perfección.
“Tenemos archivos representados en fotografía, en cine, en videos y en documentos, acompañándolos con los equipos con los cuales se reproducen las imágenes y las películas. Tenemos más de 400 mil fotografías, en cine patrimonial tenemos más de 18 horas, tenemos en vídeo más de 6 mil horas de antes del terremoto y en documento tenemos el único archivo existente en Colombia de las cédulas antiguas, cuando la cedulación era local. Es un registro único porque luego del plebiscito de 1957, el Gobierno ordenó destruir dichos archivos. Conservamos 23.011 cédulas del municipio de Calarcá desde la número uno, expedida en el año 1934”.
Según Luis, el objeto más antiguo es una cámara de 1903 de cajón que mantiene funcional, gracias a las técnicas de conservación de artefactos, aprendidas de su padre. Además, otro de los artefactos más antiguos, es un equipo de carburo, que era lo que usaban los mineros en la época de la colonización y cuya particularidad era que, en caso de emisión del carburo, eso explotaba en la cara de los que lo usaban.
“El objeto más exótico es una cámara de 1940 que está todavía en su caja, porque haya un equipo de más de 70 años es una curiosidad”, asegura Luis que cuenta con más de 400 cámaras en total.
Luis desea mantener este lugar por muchos años más este lugar, a pesar del poco apoyo que tiene, porque “la persona que conoce su historia está condenada a repetirla… a pesar de lo común de la frase, es cierta. La oportunidad de contarle a la persona la historia de manera física o digital es una forma de decirle al mundo que nosotros existimos”.
