Manizales: 50 años de telón abierto
Por: Andrea Cardona Castaño.
Por cinco décadas y 40 ediciones Manizales ha sido testigo de la creación teatral. Grupos, actores, montajistas, productores, directores y amantes al teatro de Colombia y el mundo han llegado a la cita anual del Festival Internacional de Teatro de Manizales (FITM), el cual tuvo su resurgir en 1984, luego de 10 años de suspensión del evento que nació en 1968.
La primera versión fue un concurso con un jurado integrado por Pablo Neruda y Miguel Ángel Asturias. El festival fue un eco de la revolución estudiantil y de grandes acontecimientos como mayo del 1968. En 1984 surgió un segundo capítulo del Festival con la presentación de 23 obras.
Wilson Escobar crítico e investigador teatral escribió el libro ‘Crónica de una sabia locura’, donde cuenta la historia de este evento.
“El Festival nació cuando grandes personajes de la historia, entre ellos el rector de la Universidad de Caldas, Ernesto Gutiérrez Arango, pensaron qué eventos traer al Teatro Los Fundadores, que en ese entonces era el más moderno de América Latina y llevaba dos años de apertura”, recordó Escobar.
En 1968 se gestionó la idea de promover un festival latinoamericano de teatro universitario.
Con una propuesta independiente, profesional y de carácter vanguardista, el abogado y filósofo manizaleño Octavio Arbeláez, comenzó a dirigir el festival en 1984. Por años la Plaza de Bolívar, el teatro Los Fundadores, El Galpón de Bellas Artes, el auditorio de la Universidad Nacional y El Cable se llenan de público y de espectáculos de Argentina, Chile, Ecuador, España, México, Perú, Portugal, Uruguay, Francia, Venezuela y Colombia.
“El Festival ha logrado mostrar el espectro de cómo se hace el teatro latinoamericano que denuncia realidades sociales y políticas. Hoy ya no es una muestra contestataria, sino que se mezcla con nuevos lenguajes, el teatro físico, periodístico, performático y multimedia. La curaduría del festival se propone ofrecer distintas visiones de los grupos del continente”, aseguró Wilson Escobar.
La producción
Tras bambalinas hay productores, montajistas, ingenieros de sonido, personal logística y guías que acompañan a los invitados. Para la directora ejecutiva del FITM, Catalina Botero Londoño, una de las principales metas para este año fue vender boletería para acostumbrar al público a pasar de entradas de cortesía a adquirir los pases.
“Tenemos un equipo de producción que quieren el festival y trabajan para que los grupos de teatro encuentren todos lo que necesitan. Contamos con guías voluntarios que saben otros idiomas para mostrar la ciudad. En cuanto al público esperamos que los estudiantes que después entran en la vida laboral asistan a teatro y podamos mantener a los espectadores que ganamos cada año”, afirmó Botero.
En el festival se invierten unos 2.500 millones de pesos con recursos del Ministerio de Cultura, empresas, aliados públicos y privados y los gobiernos municipal y departamental.
Actuar
José Fernando Usma, más conocido como Golo Volador, dirige Malditasea Producciones y la Fundación Circo Manizales. Por dos años se ha presentado en la programación de calle y para este año por primera vez se presentó en sala con su obra ‘Jajajahamblet’.
“El Festival es una plataforma para crecer como grupo local. El año pasado presentamos la obra La Paz y logramos circular en otro país por las miradas que logramos. Los locales debemos creer en lo que hacemos y aportar otra mirada a la programación. Pasar de la calle a la sala es salir de la zona de confort y exigirse como actor”, manifestó Usma.
Dirigir
Fabio Rubiano y Marcela Valencia, fundadores del Teatro Petra, comenzaron a hacer teatro por Manizales. Llegaron a Manizales en 1985 y ese mismo año crearon este grupo que es uno de los invitados frecuentes en el FITM. Este año se presentarán con la obra ‘Cuando estallan las paredes’.
“Ya estábamos en la escuela de teatro en Bogotá, pero no habíamos tomado la decisión de armar un grupo. Las primeras obras que vimos en Manizales fueron detonadoras para nuestro futuro teatral y no hemos dejado de venir. El tamaño de la ciudad promueve encuentros en restaurantes y cafés”, recordó el dramaturgo Fabio Rubiano.
Danza y el teatro
La danza ha estado presente en el festival en todas sus versiones. La bailarina y artista dramática, Claudia Leguizamón, es caleña, pero ha vivido más años en Manizales que en su ciudad natal. Cuando tenía 14 años estuvo en la inauguración de este evento que se hizo en la Plaza de Bolívar con la compañía de Ballet de Cali.
Ahora, como directora de la compañía El Giro, presentó en esta versión la obra Bocetos para un retorno. “El festival dinamiza la ciudad. Somos un referente en el mundo del teatro y nosotros no pensamos que eso es así. Las mejores compañías del mundo quieren venir a hacer teatro a Manizales”, manifestó Claudia.
Compañías internacionales
El grupo Yuyachkani de Perú ha estado en varias versiones del festival. Teresa Ralli, actriz y fundadora de la compañía recuerda que hace 36 años presentó la obra Los Músicos Ambulantes. Para este año regresaron con la misma obra lo que les ha permitido dar una mirada a su trayectoria y aprendizajes.
“El festival es un espacio de encuentro. En todo América latina lo conocemos. Este año me reencontré con personas que hace tiempo no veía como Lucero Millán del Teatro de Nicaragua o Arístides Vargas de Malayerba de Ecuador. Volver es recordar las primeras horas de función de Los Músicos Ambulantes que es nuestra obra insigne”, comentó Ralli.
El FITM recibió el pasado lunes un reconocimiento del Ministerio de Cultura de Costa Rica por los 50 años y por ser el Día del Teatro Latinoamericano. La programación se extenderá hasta el próximo domingo 14 con cerca de 38 funciones de sala y calle.
