Puerto Perea: la puerta del Amazonas sobre el río Putumayo
Puerto Perea es el inicio del departamento del Amazonas, allí habitan un total de 204 habitantes, unas 40 familias y es un corregimiento de un poco más de 500 metros cuadrados. La producción de gallinas hace parte del sustento diario. Está ubicado a 117 kilómetros aguas abajo, contados desde Puerto Leguízamo (Putumayo), y para salir de allí, el usuario de la línea, como se le llama a la flotilla que presta el servicio de transporte fluvial, debe asumir un costo de 70 mil pesos.
En un bote hay tres días de navegación río abajo hasta El Encanto (Amazonas) y en sentido contrario a 8 horas en ‘peque-peque’ hasta Puerto Leguízamo, en el Putumayo. La gobernadora aquí es Dayli Johana Sandy Narváez, quien pertenece a la etnia Quichua, es madre y está dedicada a sus hijos, a su chagra y a administrar los designios de su pueblo.
“Necesitamos mucho lo que es la medicina, porque últimamente se han presentado unas enfermedades, entonces no tenemos cómo prestarles atención”, aseguró la gobernadora.
Las dolencias de su pueblo se concentran en la cabeza, escalofríos y otros síntomas que afectan la tranquilidad de los habitantes de esta región, pero aseguran que no tienen medicamentos, ni siquiera, para atender a los abuelos de esta comunidad.
Uno de los abuelos fue operado en una de sus orejas, le retiraron un tumor que estaba allí hace unos 5 años. El médico Miguel Ángel Matamoros es teniente de Fragata de la Armada Nacional de Colombia, es el galeno oficial de la misión binacional y estuvo a cargo de la operación del anciano que hacía años no era atendido por un médico.
“Uno trata de no intervenir mucho a estos pacientes porque no están las condiciones de asepsia, las condiciones idóneas como por ejemplo una sala de cirugía donde uno sí tiene mayor limpieza y mayores condiciones para trabajar. Son pacientes que uno ve que de pronto nunca van a acceder a un médico o a un hospital porque aún no tiene los medios”, aseguró el oficial.
De acuerdo con el médico, muchos de los pacientes que no acuden a la atención en el Bongo Hospital es porque tienen creencias en su cultura indígena y no confían mucho en la medicina occidental.
En el cabildo se reciben las transferencias que hace el Estado, pero en ocasiones se ven cortos para solventar las necesidades en materia de salud y nuevamente el transporte es uno de los temas que deben atender con prioridad y con altos costos.
