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Las primeras jugadas de Mateus Uribe en el barrio San Cristóbal de Medellín

Por: Juan Ricardo Pulido. Andrés Mateus Uribe Villa, más conocido como ‘Matheus’, es uno de los veintitrés jugadores de la selección Colombia de fútbol. La ‘h’ de su Mateus fue sugerencia de su mamá, porque “así lucía más bonito”.

Foto: Colprensa.

Por: Juan Ricardo Pulido.

Andrés Mateus Uribe Villa, más conocido como ‘Matheus’, es uno de los veintitrés jugadores de la selección Colombia de fútbol. La ‘h’ de su Mateus fue sugerencia de su mamá, porque “así lucía más bonito”.

Nació en la ciudad de Medellín y se crio en la periferia del municipio, el barrio San Cristóbal y sus empinadas calles acompañaron sus primeros pasos.

Es una gran persona. Así lo describen sus ‘profes’, aquellos que le han acompañado y formado, principalmente, en los equipos colombianos.

“Mateus es un hombre dedicado, trabajador, muy disciplinado y responsable. De mucha paciencia. Desde pelaito, tenía el sueño de ser futbolista. Es una pelao que vive el futbol”.

Es la descripción del profe Carlos Alberto Sánchez Valencia, entrenador de la Escuela de Fútbol de Envigado y director del Club Olimpus de Itagüí. Uno de aquellos hombres que desde el Envigado Futbol Club, creyeron y le apostaron a sus talentos.

Al que le van a dar, le guardan

“Mateus estaba empezando en Envigado y chupó banca. Él me decía: "Profe algún día me la dan, algún día me dejan jugar y va a ver". Al que le van a dar, le guardan y le calientan a uno y él supo esperar”. Supo aprovechar las oportunidades. Jugó un año en la liga antioqueña y luego se fue para Argentina.

Allí actuó con el Deportivo Español y anotó en dos ocasiones, con tan solo cuatro oportunidades en la cancha. Después de un año regresó con nuevas condiciones y la posibilidad de acceder al profesional, al Envigado FC. Pasó por Deportes Tolima, Atlético Nacional y actualmente se encuentra al servicio de América de México y registra 14 goles en menos de un año.

“Él marca diferencia, siempre jugó de volante, es un líder, habla mucho en la cancha y eso es importante”. El profe Sánchez se expresa siempre con orgullo de él. Recuerda los incontables días en el Polideportivo Envigado, cuando los pequeñitos andaban juntos para todo lado. “Los papás hacían integraciones, les preparaban fresco, hacíamos paseos, íbamos a fincas, íbamos a pueblos a jugar”. Eran más que un equipo, éramos una familia.

Foto: Colprensa.

Un hombre de familia

“Mateus es de familia, dedicado totalmente a la familia, a los abuelos, anda con ellos a todas partes”. Cuenta el profe Carlos que cuando tenían partidos los boletos no alcanzaban porque son como 50 en esa familia, y Mateus quería llevarlos a todos. La dotación de camisetas que se le entregaban eran de tres, pero él quería darle a toda la familia y era un complique. Es muy dedicado a los suyos y ahora mucho más, a su hogar, a su esposa y a sus hijos”, cuenta Carlos Alberto.

“Él ha tenido más que todo a su mamá que lo ha acompañado porque la verdad el padre de él no sé qué pasaría”. Así narra el profesor Juan Carlos Ramírez, exfutbolista y entrenador adjunto del Envigado Fútbol Club, los primeros años de Matheus.

“La mamá siempre estuvo al frente, ella fue la que batalló con él, fue la que siempre lo apoyó y lo impulsó. Toda esa serie de entrenadores que ha pasado en Envigado por las manos de él han sido como sus segundos padres”.

Foto: Colprensa.

“Es un muchacho muy maduro, de muy buen comportamiento. Con objetivos y metas claras. Desde que debutó en el fútbol profesional sabía lo que quería. Actualmente es ejemplo para muchos jóvenes de nuestra región”, agrega Ramírez.

El 13 de febrero de 2018 jugando con la América de México, marcó su primer doblete en la victoria 4 a 1 sobre Monarcas Morelia, saliendo como la figura del partido.

La celebración la hizo con su esposa Cindy y sus dos hijos, Antonia y Esteban, porque para Mateus Uribe, la familia es todo. “Ellos son quienes le ayudan a levantarse día a día a dar lo mejor de sí”, como reza la tradición antioqueña. Con eso se fue a Rusia, con lo que aprendió en su tierra paisa, con todo lo que se puede alcanzar a punta de frijoles y ganas.

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