Pasar al contenido principal
CERRAR

Desorden social: dos hermanos unidos y salvados por el rap

“De verdad grave error es la guerra, solo trae destrucción y miseria, hoy me pregunto quién sería y maldigo a ese que inventó la violencia; ¿qué pensaría, que jamás moriría?” Verso de la canción “Nada que Kallar”.
Desorden social: el rap como herramienta de transformación social
Fotos: cortesía 'Desorden social'
Richard Hernandez Gonzalez

Rolando y Carlos Duque son dos hermanos fundadores del grupo de rap "Desorden Social", el cual lleva más de veinte años en la escena musical urbana del país. Originarios del ámbito campesino, han sido testigos del conflicto armado que ha vivido Colombia durante muchas décadas. Estas vivencias han quedado plasmadas en las letras de muchas de sus canciones y en el libro "De la guerra al arte".

La Radio Nacional de Colombia conversó con Rolando y también tuvo la oportunidad de acercarse a la obra "De la guerra al arte", la cual se hizo realidad gracias a la Beca Construcción de Memorias Transformadoras para la Vida y para la Paz, otorgada por el Programa Distrital de Estímulos 2020 y la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte.

La infancia de Rolando y Carlos transcurrió en el campo, en el municipio de El Peñol, en el oriente antioqueño, junto a sus dos hermanos, su señora madre, Nohemí, y su padre, Juan Bautista. El acercamiento a la música se dio cuando, en una de las discotecas del pueblo, vieron por primera vez a dos bailarines de break dance que venían de Medellín a pasear los fines de semana al conocido sitio turístico.

Es así como en el año 1995, los dos jóvenes empezaron a tomar clases de este baile cada dos semanas cuando venían los dos danzantes. De ahí surgió un grupo juvenil en el pueblo que se familiarizó con el hip-hop. Gracias a Luis, uno de los profesores, conocieron a "Mocho", uno de los pioneros de la cultura del hip-hop en el país.

desordensol

Los dos hermanos quedaron fascinados cuando vieron por primera vez rapear a Mocho. Esto los motivó a sumergirse en este mundo del hip-hop y a escuchar diversas agrupaciones de la escena underground nacional de esa época. 

Rolando menciona en el libro: "También había dos programas de radio que se realizaban en Medellín, que eran 'Ciudad X' y 'La calle del rap', todo un proceso en el que uno le dañaba los casetes a la mamá grabando pistas del rap sobre los casetes de música guasca".


También te interesa: 


Sobre el ambiente de violencia que se vivía en ese tiempo en el oriente antioqueño y en otras partes del país, Rolando recuerda: "Casi todos los jóvenes eran objetivos para los grupos armados, que buscaban la forma de seducirlos, no de manera forzada, pero sí con regalos, como lo hacían los paramilitares ofreciéndoles una moto o dinero, mientras el Eln trataba de hacerlo desde una parte ideológica. Al colegio llegaban los panfletos de ambos bandos para unirse a sus filas".

conversando

A los dos hermanos les tocó soportar fuertes tomas guerrilleras, como la ocurrida el 21 de abril de 1995, cuando los subversivos rodearon el Comando de la Policía. Rolando comenta: "Toda una noche de plomo ventiao, no había mucho ejército y policía, esa toma duró toda la noche. Cuando venimos de allá, teníamos noticias de que habían matado a algún compañero del colegio o algún vecino".

En ese ambiente de violencia, Rolando y Carlos encontraron en el rap una salida que los alejó de pertenecer a algunos de estos grupos armados. En el pueblo eran reconocidos como "Los pelados del rap", lo que les permitió participar en festivales de música y danza.

Los dos jóvenes raperos vivieron esa violencia, escribiendo, experimentando letras y sonidos, grabando en casetes y viajando a Medellín para formarse en la escena del hip-hop. Luego, ambos terminaron viviendo en Marinilla. En este municipio, tuvieron una gran acogida como raperos gracias a la Casa de Cultura. En dicho lugar, produjeron su primer demo, un trabajo social nacido de las experiencias del conflicto.

En Marinilla, pudieron intercambiar experiencias con grupos de la escena de Medellín y de otros municipios como La Ceja, Carmen de Viboral y Rionegro. Gracias a un amigo de Bucaramanga que tenía una grabadora de CD, el disco pudo ser grabado, logrando sacar 100 copias.

Luego, los dos hermanos se trasladaron al corregimiento de Arabia, cerca de la ciudad de Pereira, para evitar represalias por parte de los paramilitares, debido a rumores malintencionados sobre lo que estaba pasando en la casa de la cultura. En ese lugar, tuvieron que recoger café, tomates y habichuelas. Paralelamente, se acercaron a la ciudad de Pereira para ver cómo estaba el ambiente musical. Allí, les abrieron las puertas en la Casa de Cultura, donde fueron invitados a festivales y eventos en varias ocasiones, dándose a conocer.

Toda esta travesía los llevó a trasladar su residencia en 2003 al municipio risaraldense de Altagracia. Allí, pudieron experimentar nuevos sonidos en un estudio improvisado que hacía las veces de dormitorio y que les permitió avanzar en la producción de música propia y apoyar a muchos artistas del género urbano. De ahí surgió "Vagancia Récords", el primer sello de música urbana del eje cafetero.


Lee también: 


Más adelante, los invitaron a participar en la inauguración de los XV Juegos Bolivarianos que tenían como sedes a Armenia y Pereira. Con el dinero que ganaron en ese evento, lograron sacar "Líricas pal pueblo", uno de los trabajos insignia del grupo. Con este disco prensado, pudieron participar por primera vez en el Festival Hip Hop al Parque en Bogotá, en el año 2005.

Después de este festival, se dieron a conocer mucho más en Bogotá, ciudad a la que venían cada año para vender su música. Esto les permitió participar en otros festivales como el de Soacha. Así, fueron invitados a nuevas plazas para difundir su música, y "Desorden social" empezó a escucharse en muchos pueblos y ciudades del país.

Luego, en Pereira, sacaron el álbum "Nada que kallar", que incluía el tema "Busco", el cual se convirtió en un himno. Dados a conocer en el medio del hip-hop, empezaron a comercializar la ropa que ellos mismos confeccionaban para sus presentaciones. En Hip Hop al Parque, comenzaron a formar parte de los stands productivos para comercializar sus productos.

desordensocial

A comienzos del 2009, viajaron a Bogotá con el fin de solicitar una visa para viajar a Francia, ya que habían sido invitados a un festival de rap organizado por organismos no gubernamentales. Desafortunadamente, debido a cuestiones de trámites y a no traducir la invitación al español, se les negó la visa. Sin embargo, decidieron quedarse en la capital del país. Con el apoyo de algunos amigos, lograron establecerse en la localidad de Suba.

En Bogotá, comenzaron a trabajar con asociaciones comunitarias, utilizando el rap como medio "para las transformaciones de violencias, la mediación de conflictos y la transmisión de ideales que ayuden a niños y jóvenes". Desde su llegada hace cerca de 14 años a Bogotá, "Desorden social" ha tomado un rumbo interesante gracias a su constante trabajo y a su gran producción discográfica, no solo del grupo sino también de muchos artistas del hip-hop a través de su sello "Vagancia Récords".

Esta es una pequeña semblanza del grupo "Desorden social", que a diferencia de otras agrupaciones que nacieron en los barrios, localidades y comunas de las grandes ciudades, surgió en la zona campesina de un pequeño municipio del oriente antioqueño, en medio del conflicto armado.

"El rap salvó nuestras vidas y es la herramienta que nosotros utilizamos para transmitir, sembrar, crear y resistir. Se ha convertido en parte de nuestra esencia. El rap hace una labor importante en la sociedad. Es darles voz a los jóvenes y tiene un poder de transformación. Los procesos que se logran a través de él son claves para el desarrollo del pensamiento crítico", concluye Rolando Duque.

Para las personas interesadas en adquirir el libro "De la guerra al arte" (del cual se extrajeron algunas partes para esta nota) y conocer más acerca de la historia de los hermanos Duque, pueden dirigirse a Memorias Colombia, en el histórico barrio de La Candelaria en Bogotá, calle 10 #4-10. Más información en: https://memoriascolombia.com.

libro

 

 

Artículos Player