Fiscalía solicitó cárcel para presunto asesino de Ana María Castro
Ante el Juzgado 33 de Garantías de Bogotá, el Fiscal de la Unidad de Vida, Gerardo Ariza, expuso las razones por las cuales Julián Ortegón Mosquera debe ser privado de su libertad, en centro carcelario, por el delito de feminicidio en contra de Ana María Castro, registrado el pasado 5 de marzo en Bogotá.
Según información preliminar, los hechos ocurrieron sobre la 1:00 de la mañana, cuando esta joven de 21 años salió del Bar Cantina Plaza México junto con Paul Naranjo, Mateo Reyes y Julián Ortegón Mosquera, con quienes había estado compartiendo unos tragos.
Según investigaciones de la Fiscalía, el destino de Ana María era la casa de Ortegón, ubicada en el barrio Pontevedra, al norte de Bogotá.
Durante el recorrido, según el ente acusador, Ana María y Mateo sostenían “comportamientos libidinosos”, lo que ocasionó la molestia de Naranjo y Ortegón. Por ello, Mateo fue expulsado del vehículo en el que se movilizaban y los dos hombres emprendieron una acolarada discusión con la mujer. Minutos después la joven fue golpeada en el rostro y arrojada de la camioneta a la altura de la calle 80 con Carrera 69 k.
A esto se sumó la declaración del testigo Gabriel Alejandro Novoa, un vecino del sector de la calle 80. En medio de la audiencia de imputación de cargos contra Julián Ortegón Mosquera, la Fiscalía reveló el testimonio de Vega Novoa, quien ese día acababa de llegar a su residencia de prestar un servicio de transporte por plataforma.
Vega afirmó que cuando se comunicó con el 123 indicó que “a 30 metros observaba un vehículo oscuro, de vidrios polarizados, que botaba a una persona de sexo femenino y caía como un muñeco".
En octubre del año pasado cuando el testigo fue contacto por la Fiscalía, añadió que luego de que Ana María fuera arrojada del vehículo, el mismo comenzó a zigzaguear. Información del diario El Tiempo indica que dicho vehículo, una camioneta Kia Sportage, de placas FSP 598, era conducida por Naranjo, y la cual es propiedad de su hermana.
La Fiscalía estableció que el testigo no tiene relación alguna con los implicados y que en testimonios y chats hay evidencia de que si se trató de un crimen por la condición de mujer (feminicidio) y que la joven Castro estaba en inferioridad de condiciones.
"No fue auxiliada, la dejaron a su suerte y estaba en estado de alicoramiento": dijo el fiscal.
El Informe Pericial de Medicina Legal confirmó que la muerte de esta joven se produjo por los golpes producidos por un objeto contundente en acto violento, ocasionándole una muerte cerebral.
También se conoció que Julián Ortegón ya tenía dos denuncias por maltrato a la mujer por parte de sus exnovias.
Con base en esta esta conducta repetitiva de violencia, se solicitó la medida de prisión en centro carcelario para evitar que siga lastimando a otras mujeres.
