Gobierno desmiente la carta enviada por Uribe a congresistas de Estados Unidos

Alfonso Prada, secretario general de la Presidencia, se pronunció sobre el encuentro entre los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asegurando que, aunque no hay mayor información ni pronunciamientos de la Casa Blanca, se mantienen en creer que se trató de una reunión informal, producto de una coincidencia y que no se haya prestado para hablar mal del país o del Gobierno.

“No tenemos mayor información como no la tienen la mayoría de los colombianos. Sabemos que aparentemente fue una reunión social, un encuentro de coincidencia; no hay ninguna declaración de la Casa Blanca y no tenemos ningún tipo de conclusión sobre el particular, razón por la cual le damos el alcance que los hechos muestran. Esperamos que no haya sido utilizada para hablar contra Colombia ni contra el Gobierno y se respete la tradición colombiana en donde el trámite de las relaciones internacionales siempre está en cabeza del jefe de Estado”, dijo Prada.

Pero más que esta reunión, al Gobierno le preocupa mucho más la carta enviada por el expresidente Uribe a delegados del Gobierno o del Congreso estadounidense, ya que según Prada tiene el mismo tono utilizado en la campaña del No en el que usan mentiras y tergiversaciones para generar confusiones.

“Lamentamos profundamente el tono que utiliza porque es el mismo que registramos en la campaña por el No en el plebiscito y que como lo reconoció su gerente, esa campaña estuvo plagada de mentiras, de tergiversaciones que finalmente terminaron construyendo una indignación colectiva fundamentada en mentiras”, manifestó.

Puntualmente el Gobierno salió al paso en lo referente al aumento de cultivos ilícitos manifiesta en la carta, ya que Uribe omite mencionar que el Gobierno viene empleando una política de sustitución y erradicación que ha empezado a tener resultados en lo corrido del año con 10 mil hectáreas erradicadas y acuerdos con las comunidades campesinas para su sustitución en las zonas consideradas como las mayores productoras. Además, niega que la economía colombiana esté narcotizada pues entidades internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario internacional destacan al país con una economía prometedora.

Por otro lado, desmiente que la constitución política fuera erradicada o reemplazada por los acuerdos de paz al asegurar que “los acuerdos no se elevaron a categoría constitucional en un proyecto de acto legislativo que acaba de aprobarse, tan solo lo que ocurrió es involucrar un criterio constitucional de interpretación que facilite la aplicación por parte de las instituciones”. Así mismo dijo que no se desconocieron los derechos de los opositores ni de quienes votaron por el No y que es doloroso que cuestione a la Corte Constitucional “que ha sido tal vez la Corte con mejor imagen en Colombia y una historia de independencia y legitimidad probada”, sostuvo.

De igual manera, negó que Colombia esté siguiendo el camino que lleva Venezuela, ya que resaltó que en el país se defienda la libertad de prensa, que no se supriman poderes y se garantice la inversión extranjera. Finalizó saliéndole al pasó el argumento de que “los pobres perdieron su esperanza en Colombia”, señalando que está demostrado que la pobreza ha disminuido y más de 4'600.000 colombianos superaron este estado.