Andrés Landero, más vivo que nunca
Tiempo después de la muerte del músico bolivarense Andrés Landero, su obra está más viva que nunca por cuenta de los melómanos, que lo han reconocido como el más importante exponente colombiano de la cumbia con acordeón. No es de extrañar que sus discos originales sean hoy material de intensa búsqueda por parte de los recolectores de tesoros discográficos, y recientemente el sello español Vampisoul lanzó para el mundo la primera compilación de grandes temas de Landero en LP, con selección musical de Mario Galeano Toro y textos de Carlos Mojica, coleccionista e investigador musical conocido en su faceta de DJ como Don Alirio.
El acordeonero Andrés Gregorio Guerra Landero será recordado como uno de los discípulos aplicados de Francisco “Pacho” Rada y por su obsesión por querer imitar el canto de los pájaros con su acordeón.
Landero nació en San Jacinto, Bolívar, el 4 de febrero de 1931 y falleció en Cartagena el 1° de marzo de 2000. Su padre, el gaitero Andrés Guerra, lo instó a crecer en un ambiente musical. Desde pequeño también se acostumbró a ir al monte y es posible que escuchando los sonidos de la naturaleza, se haya despertado su vena compositiva. Con su primer conjunto realizó giras por Venezuela, Panamá, República Dominicana y México, donde fue declarado “Rey de la cumbia”, título que también ostentó en El Banco, Magdalena.
En Sincelejo recibió el título de “Rey Sabanero”. Nunca ganó el Festival de la Leyenda Vallenata, aunque obtuvo en sus cinco participaciones, dos segundos y tres terceros lugares. De su cosecha se cuentan alrededor de 400 canciones entre las que figuran “Flamenco”, “Perdí las abarcas”, “El clarín de la montaña”, “Cariñito”, “La pava congona”, “Canto negro”, “Cumbia en la India”, “La muerte de Eduardo Lora”, “El palito de guayabo”, “La viuda nueva”, “Dolor guajiro” y “El hombre sabanero”.
