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Guerra y cuerpo, los temas que inspiraron a las ganadoras del Premio Arte Joven

Francisca Jiménez Ortegate y Juan Camilo Arévalo Roa se llevaron el primer y segundo lugar, respectivamente.

Por: Diana Leal

El Premio Arte Joven 2020, una iniciativa de Colsanitas y la Embajada de España, celebró su edición número 13 y anunció las dos ganadoras y los 10 finalistas. Cuerpo, territorio, identidad, medioambiente y pandemia fueron algunos de los temas que inspiraron las 1.382 obras de artistas jóvenes que se postularon este año.

Ximena Gama, quien ejerció como curadora, se encargó de revisar cada obra postulada, teniendo en cuenta los criterios de selección que contemplaban un cuerpo de trabajo y proceso continuo por parte de los artistas.

Las 25 obras que quedaron preseleccionadas, según afirmó Gama, dan cuenta de las preocupaciones recurrentes para esta generación y reconfirma la necesidad que tienen muchos artistas de acudir a la interdisciplinariedad para sortear las limitaciones de cada medio.

Dichas piezas seleccionadas fueron expuestas posteriormente en la Galería 980 en Bogotá y además cuentan con un soporte virtual que permite hacer un recorrido virtual por la exposición, como una alternativa frente a las restricciones de la pandemia. Puede visitar la galería aquí.

Obra finalista, de Adriana Vera Rivera.

“La pandemia fue uno de los retos que supuso para esta edición del premio, empezamos a planear desde febrero los detalles y se atravesó esta situación que vive el mundo. Entonces tuvimos que pensar en cómo hacer una exposición que no fuere en sala, porque era inviable que fuese en sala, por lo que empezamos a plantear este montaje como un recorrido virtual”, expresó Ángel Unfried, director de Premio Arte Joven 2020.

Las temáticas expuestas por los artistas ayudaron a configurar el montaje de la galería. “La exposición estuvo atravesada por dos ejes. El primero reunió piezas en las cuales los artistas se cuestionaron por la relación entre los humanos y el territorio; una relación de afectación mutua, a veces violenta, que impacta sobre el medio ambiente y abre preguntas sobre el futuro que nos espera. El otro eje fue más íntimo y personal, obras que revelan a los artistas preguntándose sobre sí mismos, sobre su relación con los otros, la conciencia del cuerpo, los espacios de encuentro y el género”, afirmó Gama.

El premio entregó 50 millones en premios distribuidos entre los 10 artistas jóvenes elegidos como finalistas. El primer lugar recibirá 30 millones de pesos, más una visita de trabajo a Madrid con todos los gastos pagos, que se realizará con el apoyo de la Fundación Carolina. El segundo lugar recibirá 15 millones de pesos, y los 8 finalistas restantes recibirán un incentivo de 1.500.000 cada uno.

“En esta edición quisimos favorecer a más artistas en un momento crítico, entonces además de los premios que reciben el primer y segundo lugar, los finalistas también recibirán un estímulo económico”, apunta el director del Premio.

El jurado de esta edición del Premio Arte Joven estuvo conformado por Ximena Gama, curadora; Carlos Hurtado, director de la Galería Nueveochenta; This is Jackalope, una organización dirigida por las curadoras españolas Gema Melgar y Cristina Anglada; Franck Harb, vicepresidente comercial de Colsanitas; y Juan-Pedro Pérez-Gómez, consejero cultural de la Embajada de España en Colombia.

Ganadores del Premio Arte Joven 2020

Primer lugar:

Esta no es una historia sobre China

Francisca Jiménez Ortegate

Video monocanal

Bogotá

“Esta no es una historia sobre China es una pieza documental construida a partir de la apropiación de un archivo de guerra encontrados en una caja de objetos familiares. El montaje e intervención de las imágenes que lo componen construyen una narración alrededor de un acontecimiento que es la invasión de Colombia a China”, expone la ganadora del premio.

El archivo familiar se convirtió en materia prima para este video monocanal en el que la artista bogotana va adicionando capas de significado hasta crear la pieza documental de 15 minutos, en la que a través de imágenes de su padre militar cuenta una historia completamente distinta y distante: delicada, roja, ficticia, china.

La pieza sumerge al espectador en un ambiente guiado por la narración en chino tradicional, con la voz de Bo Jie Huang.

“Las imágenes y los hechos de este falso relato son desarrollados por una mujer de origen chino, que es un personaje ficticio, que narra desde su experiencia el acontecimiento que aparentemente tiene lugar en la década de los ochentas”, añade la artista.

Francisca explica que el guión de la pieza y su narración está desarrollada a partir de la recopilación de historias de amor e historias de viajes de un grupo de soldados en contraposición con metáforas y relatos sobre el fin del mundo y su relación intrínseca con la guerra en Colombia.

Segundo lugar:

Barbarroja

Juan Camilo Arévalo Roa

Performance (registro fotográfico y vestigio de vello facial)

Ibagué

En su obra Barbarroja, Juan Camilo Arévalo transgrede su propia piel y extrae del interior restos vivos de su cuerpo, ajenos a su identidad. En este performance la artista extrae vello facial con una pinza depilatoria, una acción violenta y delicada que deja en su piel un rastro de sangre e irritación que traza la silueta de una barba enrojecida.

“Hay una noción muy importante dentro de mi trabajo que es el cuerpo, no solo como soporte de la obra sino como la incorporación total, es como una pregunta por la identidad, incluso por la abolición misma de la identidad y del género, digamos que eso es algo central dentro de todos los trabajos de cuerpo que he estado haciendo”, expone la artista.

Barbarroja fue concebida durante la cuarentena, mientras estaban vigentes las medidas de pico y cédula. Surgió entonces la pregunta forzosa, detonante, sobre cómo aparecemos ante los ojos de la sociedad.

“El Estado daba a la ciudadanía la potestad de definir qué es un hombre y qué es una mujer, a partir de las construcciones tradicionales de estos roles. Yo traté de cuestionar esa imposición exhibiendo las marcas en mi piel enrojecida. Eso me confrontó de nuevo con la certeza de que mi imagen no es mía, sino de quienes la están percibiendo”, apunta.

Aunque el tema del género es transversal a su obra, el nombre no solo obedece de manera textual a esa cara enrojecida de la artista, se trata también de un juego de palabras con las connotaciones viriles asociadas a ese nombre que se ha atribuido a distintos personajes históricos representados por machos, conquistadores con abundante pelo rojo en la cara.

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